El organismo llevó sus previsiones para 2017 de un 2.3 por ciento estimado en abril a 2.1 por ciento, al tiempo que también rebajó sus perspectivas para el próximo año, de 2.5 a 2.1 por ciento.
Para 2019 y 2020, en tanto, el FMI pronosticó que el progreso del Producto Interno Bruto (PIB) de esta nación será del orden de 1.9 y 1.8 por ciento, respectivamente.
Durante las discusiones anuales con las autoridades estadounidenses acerca de las perspectivas de la economía se tornó evidente que muchos detalles sobre los planes aún no están definidos, explicó el FMI en un informe presentado este martes.
Aunque se propone una amplia revisión de las políticas, en el análisis 'quedó claro que muchos detalles sobre estos planes están todavía sin decidir', indicó la entidad financiera.
Según el organismo, las significativas incertidumbres en materia de consolidación fiscal, inversión en infraestructura, renegociación de acuerdos comerciales e inmigración son elementos que justifican esta rebaja en las expectativas.
También apuntó que la retirada general de la integración internacional supondría un riesgo a la baja para el comercio, la confianza y el crecimiento, en alusión a las políticas nacionalistas y proteccionistas que quiere promover el mandatario.
De acuerdo con la agencia Bloomberg la evaluación del FMI pone en duda una previsión más optimista incluida en la propuesta presupuestaria de la Casa Blanca, la cual proyecta que el crecimiento se acelerará hasta el tres por ciento en 2020 y mantendrá ese ritmo durante siete años más.
El Gobierno de Trump cuenta con recortes de impuestos planificados, aumento del gasto en infraestructura y alivio regulatorio para impulsar la expansión y equilibrar el presupuesto.
Pero, según el Fondo, incluso con una 'constelación ideal de políticas favorables al crecimiento, es probable que el dividendo potencial sea menor que el proyectado y tarde más tiempo en materializarse'.
El organismo argumentó que los avances del PIB en la escala que Trump prevé han sido raros en Estados Unidos y en el extranjero, con pocos casos entre los países desarrollados desde la década de los 80 del pasado siglo.
La única vez que la economía norteamericana se aceleró a tal ritmo llegó a principios de los años ochenta, cuando se estaba recuperando de una profunda recesión, recordó.