Entre junio y febrero pasados, la firma estadounidense se anotó una ganancia neta por acción de 3.97 dólares, comparado con los 4.67 dólares que se embolsó en el mismo periodo del ejercicio precedente, cuando su beneficio alcanzó los 1,482 millones.
La facturación de la compañía, que tiene su sede en Memphis (Tennessee), se elevó en los últimos nueve meses un 4 por ciento hasta colocarse en los 32,852 millones de dólares, mientras que sus gastos operativos aumentaron en mayor medida, un 5 por ciento, para alcanzar los 30,803 millones.
Por lo que se refiere al tercer trimestre, al que más atención prestaban hoy los analistas estadounidense, FedEx ganó 361 millones de dólares (1.13 dólares por acción), un 31 por ciento menos que los 521 millones (1.65 dólares por título) que había logrado en los mismos tres meses de su ejercicio fiscal 2012.
"El tercer trimestre fue muy desafiante debido a la persistente debilidad del mercado internacional de fletes aéreos y la presión en nuestra rentabilidad debido al exceso de capacidad en la industria y a que los consumidores están eligiendo opciones más baratas y lentas de envío", dijo el presidente y consejero delegado, Frederick Smith.
Como respuesta a esos resultados, Smith anunció que a partir del 1 de abril la firma reducirá su capacidad hacia y desde Asia, transferirá los envíos con menor rentabilidad a redes de bajo coste y jubilará algunos de sus aviones más antiguos y menos eficientes, entre otras medidas para reducir costos.
Los ingresos de la empresa en el tercer trimestre se elevaron un 4 por ciento para alcanzar los 10,953 millones de dólares, debido a un avance del 11 por ciento de su división de transporte terrestre, y del 2 por ciento de la relativa a los envíos exprés, mientras que el segmento de fletes se mantuvo sin cambios y el de servicios se redujo un 5 por ciento.
El director financiero de la empresa, Alan Graf, reconoció que esos resultados quedaron por debajo de sus expectativas, lo que atribuyó a la caída de los ingresos de sus operaciones internacionales de 100 millones de dólares en comparación al mismo trimestre de 2012.
FedEx prevé que las presiones sobre su negocio se mantengan en el futuro, por lo que pronostica que su beneficio en el conjunto del ejercicio fiscal 2013, que concluye en mayo próximo, sea de entre 6 y 6.2 dólares por acción, por debajo de lo que calculaban los analistas.
Esos resultados fueron muy mal recibidos entre los inversionistas y una hora después del inicio de la sesión en la bolsa de Nueva York (NYSE) las acciones de FedEx caían el 5.19 por ciento o 5.56 dólares para cambiarse por 100.9 dólares cada una, aunque en los últimos doce meses acumulan una ganancia del 6.6 por ciento.