Al final de las operaciones en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos de futuros del WTI para entrega en septiembre restaron 56 centavos con respecto a la sesión previa del lunes.
El precio del barril de referencia estadounidense bajaba en un contexto de amenaza para la actividad económica por el alto número de nuevos casos de COVID-19 que se dan buena parte del país y por la falta de confianza en que el paquete de estímulos económicos que preparan los legisladores en Washington pueda aprobarse pronto.
De momento, demócratas y republicanos trabajan en un nuevo paquete valorado en un billón de dólares y en el que la reducción o no de la cantidad de dinero que perciben las personas en desempleo es el escollo principal en las negociaciones.
Asimismo, el mercado energético permanece atento tanto a las previsiones económicas de la Reserva Federal (Fed) que se publicarán mañana miércoles como a la publicación de las estadísticas semanales de los inventarios de crudo en Estados Unidos, que revelarán mañana si se ha producido el temido descenso en la demanda.
"Si los datos de refinería vuelven a descender, será una clara señal bajista para el mercado de que la demanda no se está recuperando tan rápido como se esperaba. Mientras tanto, los indicadores de tráfico en tiempo real sugieren que la demanda de gasolina se está estabilizando en lugar de seguir recuperándose", apuntó el analista jefe de mercados petroleros de Rystad Energy, Bjornar Tonhaugen.
Por otra parte, los contratos de gasolina con vencimiento en septiembre restaron un centavo hasta los 1.23 dólares el galón, y los de gas natural para entrega en el mismo mes sumaron 8 centavos hasta 1.86 dólares por cada mil pies cúbicos.