A las 9:15 hora local de Nueva York (13:15 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en junio sumaban 1.19 dólares con respecto a la sesión previa del lunes, cuando el Texas retrocedió un 2.43 %.
El barril de referencia en Estados Unidos subía así tras la ampliación inesperada de los recortes de algunos países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y la perspectiva de que se sumen otros países externos a este grupo de forma voluntaria para apoyar la estabilidad de los mercados energéticos.
Los recortes anunciados por los países de la OPEP serán adicionales a los que se acordaron tras la última reunión del grupo y los analistas apuntan a la importancia de esta ampliación, pues ayudará a reducir el exceso de oferta que acumula el mercado desde la caída de la demanda por la pandemia del COVID-19.
Además, estos ajustes en la producción llegan justo cuando buena parte de las economías están ya en fase de reapertura gradual y cuando se espera un repunte en la demanda de crudo.
Sin embargo, los expertos llaman a la cautela y señalan que los rebrotes en Corea del Sur o en algunas partes de China pueden ser una advertencia de lo que ocurriría en países occidentales si se produce una reapertura de la economía más rápido de lo debido y nuevas medidas de contención, como los confinamientos, se vuelven a poner en marcha.
Este escenario sería especialmente complicado para los mercados del petróleo, cuyo equilibrio entre la demanda, el exceso de oferta y la falta de espacio de almacenamiento depende en buena parte de la recuperación económica que se ha puesto en marcha en las últimas semanas.