A las 09:06 hora local (13:06 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en octubre sumaron 0.26 dólares respecto al cierre de la sesión previa del viernes.
El barril de referencia estadounidense avanzaba después de que el dólar firmara su peor agosto en cinco años y con los peores datos de la divisa estadounidense desde hace más de dos años.
Todo ello se produce en un contexto de probable inflación tras el cambio en las políticas de la Reserva Federal estadounidense, tal y como anunció la semana pasada su presidente, Jerome Powell, que aseguró que mantendrían las tasas de interés bajas pese a que se produjese un aumento de la inflación.
"Con un dólar estadounidense más débil, las perspectivas para los precios del petróleo se están volviendo cada vez más positivas, respaldadas por una continua mejora de datos macroeconómicos en todo el mundo", aseguró hoy en una nota el analista de Oanda Jeffrey Halley, que opinó que el alza en los precios del crudo se seguirá produciendo "lentamente, en pasos modestos" y no de forma explosiva.
La semana pasada, el WTI volvió a sellar una ganancia semanal del 1.5 % tras una semana volátil marcada por el paso del huracán Laura por el golfo de México, una de las principales zonas de extracción de petróleo de Estados Unidos.
En el lado negativo, los analistas prevén que las importaciones de crudo de China, el mayor consumidor del mundo, caigan por primera vez en cinco meses ya que el gigante asiático está empezando almacenar un volumen de barriles demasiado alto.
Además, debido al progresivo aumento de la oferta y la ralentización de la economía mundial, los fondos de cobertura y otras entidades inversoras redujeron sus apuestas alcistas respecto al WTI al nivel más bajo en casi cuatro meses.