A las 09:06 hora local (13:06 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en septiembre sumaron 0.04 dólares respecto al cierre de la sesión previa del viernes.
El barril de referencia estadounidense avanzaba tras la decisión tentativa de China de aumentar su importación de WTI y a pesar de la preocupación en torno a los niveles de demanda, que no se ha recuperado a los niveles previstos.
De momento, los operadores están pendientes de la próxima reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP+), este miércoles, aunque no está previsto que haya novedades respecto al recorte de producción vigente, que en agosto ha pasado de 9.7 millones de barriles por día (bpd) a 7.7 millones de bpd.
También pesaba sobre el "oro negro" de Estados Unidos el aumento de los rebrotes de coronavirus en buena parte de Europa y el temor a que una nueva ola de confinamientos haga retroceder la demanda.
"Los mercados petroleros continúan en un estado de equilibrio. Observamos que el interés especulativo en los futuros también ha caído, lo que sugiere que los ojos de los operadores a corto plazo están mirando oportunidades en otros lugares", señaló el analista sénior de Oanda Jeffrey Halley en una nota.
A juicio de Halley, el resurgimiento de la COVID-19 en todo el mundo, especialmente en Europa, parece estar reduciendo las expectativas de consumo, lo que significa que el petróleo "no ha atrapado todo el viento a favor de la caída del dólar estadounidense".
Los inversores también mostraban preocupación tras la noticia de que Estados Unidos y China retrasaron una revisión de su acuerdo comercial de fase 1 inicialmente programado para el sábado, aludiendo a dificultades de agenda y en medio de un fuerte recrudecimiento de las tensiones que se ha producido en el último mes.