El pétroleo de Texas se mantiene casi plano por la subida de los inventarios y las tensiones en China

El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este jueves con una leve subida del 0.06 % hasta los 32.83 dólares el barril, en una jornada motivada por las tensiones recientes entre Estados Unidos y China y por un aumento de los inventarios de crudo estadounidenses mayores de lo esperado.

A las 9:15 hora local de Nueva York (13:15 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en julio sumaban 0.02 dólares con respecto a la sesión previa del lunes, cuando el Texas retrocedió un 4.48 %.

El barril de referencia en Estados Unidos encara una jornada que se espera volátil por el pesimismo en torno a los datos de del Instituto Estadounidense del Petróleo (API por sus siglas en inglés), que muestran un aumento de los inventarios de 8.7 millones de barriles durante la semana del 22 de mayo, muy por encima de lo esperado por los analistas, que esperaban una reducción de 1,9 millones de barriles.

Este hecho ha devuelto a los inversores la preocupación por los niveles de recuperación de la demanda, especialmente golpeada desde el inicio de la pandemia del COVID-19 y cuyo repunte por las medidas de reapertura es clave para devolver el equilibrio a los mercados energéticos.

Además, los inventarios de gasolina aumentaron en más de un millón de barriles y los de diésel casi 7 millones, también muy por encima de las estimaciones previas de los expertos.

"El mercado del petróleo está valorando los desarrollos positivos y el reequilibrio de la oferta y la demanda demasiado rápido", dijo el analista de Commerzbank Eugen Weinberg en una nota.

A juicio de Weinberg, los informes apuntan más bien a una demanda "bastante débil" en Estados Unidos durante el último fin de semana de puente por el día de los caídos, y de hecho, las cifras del API de ayer apuntan a su juicio "a un dinamismo de la demanda más débil de lo previsto".

Los inversores también permanecen atentos a las renovadas tensiones comerciales entre China y Estados Unidos por los conflictos en Hong Kong y la posible imposición de sanciones por la ley de seguridad ciudadana que planea imponer el gobierno de Pekín.

Esto ha provocado acusaciones por parte de la diplomacia estadounidense, que ha cuestionado la verdadera autonomía de la antigua colonia británica con respecto al gigante asiático.