A las 12:00 hora local de Nueva York (16:00 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en junio sumaban 3.02 dólares respecto a la sesión previa del miércoles, cuando también se disparó más de un 22 %.
Los precios del oro negro experimentaban subidas notables y el mercado reaccionaba positivamente a una acumulación menor a la esperada en los inventarios de crudo estadounidenses, tras publicarse los datos de la Administración de Información de Energía de EE.UU. que revelan un aumento de 9 millones de barriles durante la semana que finalizó el 24 de abril, algo inferior a los 11.7 millones que esperaban los analistas.
Los datos también mostraron que la producción estadounidense cayó en 100,000 barriles por día la semana pasada en un contexto en el que la baja demanda y la falta de espacio de almacenaje ha obligado a la mayoría de productores a cerrar pozos y detener la actividad en plataformas petrolíferas.
Asimismo, el gobierno federal de Estados Unidos avanzó que trabaja en un plan de apoyo económico para la industria petrolera y el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, dijo estar estudiando una adición de barriles a la reserva nacional de petróleo, aunque la capacidad es limitada.
En los últimos días los expertos han avisado que la falta de almacenamiento y el exceso de oferta que existe en el mercado solo puede compensarse con una recuperación de la demanda que los inversores esperan que llegue con las reaperturas progresivas de algunos estados como Texas, Tennessee o Carolina del Norte.
A esta hora el Texas superaba ya los 18 dólares, una cifra que da esperanza a los productores pues se calcula que los costos de producción de un barril se sitúan entre 18 y 20 dólares.