Al final de las operaciones en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos de futuros del WTI para entrega en enero sumaron 80 centavos respecto a la sesión anterior.
El Texas logró su precio más alto de los últimos ocho meses, desde el pasado 5 de marzo, justo antes de que estallara la crisis del coronavirus, coincidiendo con la llegada de datos positivos de eficacia de las vacunas desarrolladas por AstraZeneca, Pfizer y Moderna.
Este lunes, la Universidad británica de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca anunciaron que su vacuna es eficaz en el 70 % de los casos y su distribución es más sencilla que la de los preparados de Moderna y la alianza entre Pfizer y BioNTech, que han presentado datos de eficacia del 95 %.
Los inversores también han recibido positivamente una caída de 754,000 barriles en el inventario de "oro negro" de EE.UU., una cifra que contrasta con el aumento de 127,000 que esperaban los expertos.
En concreto, el inventario de Cushing, en Oklahoma, el mayor centro de almacenaje de petróleo del mundo, cayó en 1,7 millones de barriles.
El precio del WTI, sin embargo, se vio limitado por el continuado temor de que el consumo del petróleo siga sin aumentar en el futuro próximo, ya que la demanda de gasolina en EE.UU. de la semana pasada descendió en unos 128,000 barriles al día hasta 8,13 millones de barriles al día, la menor cantidad desde este pasado mes de junio, cuando el país se encontraba en plena pandemia.
Mientras, los contratos de gasolina con vencimiento en diciembre sumaron casi 3 centavos hasta 1.29 dólares el galón, y los de gas natural para entrega en el mismo mes sumaron 12 centavos, hasta 2.89 dólares por cada mil pies cúbicos.