A las 12:50 hora local (17:50 GMT), el crudo de referencia en EEUU cotizaba a 59.87 dólares el barril (-2,83 dólares) en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), donde se negociaba un volumen de más de 932,000 contratos.
Tras cerrar la sesión del martes con otro descenso del 0.9 %, esta caída se produce después de que Donald Trump indicase en una esperada declaración que, tras el lanzamiento de misiles por parte de Irán a tropas estadounidenses en Irak, "Irán parece estar retirándose, lo cual es algo bueno para todas las partes interesadas y algo muy bueno para el mundo".
Los analistas perciben el discurso de Trump como un "cese de los tambores de guerra" después de que Irán respondiese a los ataques estadounidenses -con la muerte de un comandante clave en la seguridad iraní- con el lanzamiento de más de una docena de misiles balísticos contra dos bases estadounidenses en Irak, que no provocaron ninguna pérdida humana.
Trump envió un mensaje conciliador al asegurar que "EE.UU. está preparado para abrazar la paz con todos aquellos que la buscan".
Además, el presidente estadounidense anunció nuevas y "poderosas" sanciones económicas contra Irán a la vez que instó a las potencias mundiales como Reino Unido, Francia y Rusia a que "rompan" con el acuerdo nuclear de 2015 con Irán para renegociar un nuevo pacto.
Esta eventual desescalada en las tensiones ha relajado las perspectivas negativas de los inversores y han influido en la caída del precio del crudo texano, que todavía permanecerá "volátil" en las siguientes sesiones, según los expertos porque si bien parece haber un cese momentáneo de hostilidades, no se percibe que el fin de la crisis entre los dos países esté cerca.
Mientras tanto, Irán ha enviado mensajes contradictorios sobre lo que cabe esperar del conflicto en los próximos días y sobre si su respuesta al asesinato por parte de Estados Unidos del comandante de las Fuerzas Quds Qasem Soleimani ha terminado.
Por un lado, el ministro de Exteriores, Mohamad Zarif, escribía en Twitter tras los ataques que Irán no buscaría escalar el conflicto en el futuro y que se había defendido de manera proporcional.
Sin embargo, los Guardianes de la Revolución iraní dijeron que el ataque con misiles es un primer paso de la "dura venganza" por el asesinato Soleimani.