A las 9:15 hora local de Nueva York (13:15 GMT), los contratos futuros de WTI para entrega en julio recortaban 1.14 dólares respecto a la sesión previa del jueves, que cerró al alza y con su nivel más alto desde marzo.
El precio del barril de referencia en Estados Unidos se ha estado revalorizando en las últimas dos semanas gracias a la reducción de la oferta y el ligero repunte de la demanda, pero los analistas señalan que el mercado no está "equilibrado súbitamente" y que sigue afectándole la "incertidumbre" por la pandemia de COVID-19.
Este viernes los inversores reaccionaban con preocupación a la decisión del Gobierno chino de no fijarse un objetivo de crecimiento económico para 2020, citando la "gran incertidumbre" por la pandemia y el entorno económico y comercial mundial, así como la emisión de 1,000 millones de yuanes en bonos.
No obstante, según la firma de análisis Rystad Energy, el barril de Texas se va a estabilizar en un rango entre 30 y 35 dólares y podría alcanzar los 40 a finales de año si la demanda se fortalece hasta "niveles pre-COVID-19", pero los precios se moverán "dependiendo del día y de indicadores alcistas o bajistas" durante un tiempo.
En los últimos días, han presionado positivamente la caída de los inventarios de crudo en EE.UU., los recortes de suministro récord pactados por la OPEP y sus aliados y el repunte de la demanda generado por la reapertura económica en muchos lugares, pese a los temores a que se produzca una segunda ola.