A las 09:15 hora local (13:15 GMT) el barril cotizaba así por debajo de los 21 dólares tras restar 10 centavos con respecto a la sesión previa del martes.
Los precios del petróleo bajaban tras conocerse que los inventarios de petróleo en Estados Unidos aumentaron en unos 10.5 millones de barriles la semana pasada, superando en 4.5 millones la cifra esperada, según datos del Instituto Americano del Petróleo.
Mientras continúa la incertidumbre en el mercado con respecto a la duración de la crisis del COVID-19 y la prolongación de las medidas de distanciamiento social en vigor en buena parte del mundo, la caída en los desplazamientos y la fuerte bajada en la demanda a nivel mundial continúa haciendo mella a los precios del petróleo, que en el último mes también se ha visto vapuleado por la guerra de precios entre Rusia y Arabia Saudí.
Los inversores confiaban en que los movimientos diplomáticos de Estados Unidos, que ha intentado presionar a Arabia Saudí para estabilizar el mercado y ha establecido un diálogo con la administración rusa en el mismo sentido, ayudasen a los precios del crudo, que de momento se establecen con comodidad alrededor de los 20 dólares el barril.
En lo que va de año, el precio del barril de WTI se ha desplomado cerca del 70 %.
Según la consultora energética Rystad Energy, "la diplomacia ya no podrá ayudar al mercado físico del petróleo ni a los precios del petróleo a corto plazo" puesto que hay un exceso de suministro de unos 25 millones de barriles por día, especialmente con el aumento en las exportaciones de los países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
"No hay donde esconderse en este tsunami de exceso de oferta", dijo el jefe de mercados petroleros de Rystad, Bjornar Tonhaugen.
Otros analistas señalan que ya es tarde para que cualquier recorte procedente de Arabia Saudí suponga una solución a corto plazo en el mercado.