A las 9:16 hora local de Nueva York (13:16 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en junio sumaban 0.80 dólares respecto a la sesión previa del jueves, cuando el Texas retrocedió un 1.83 %.
El precio del petróleo estadounidense comenzaba la jornada con subidas que los analistas achacan tanto al repunte de la demanda, que se ha producido en las últimas semanas, como a los ajustes que han realizado los principales productores para corregir en la medida de lo posible la sobreproducción de "oro negro" y el exceso de oferta.
"Los recortes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ayudan, pero son las reducciones forzadas que muchos productores se han visto obligados a implementar lo que realmente está salvando el día", expresó en una nota la analista de mercados petroleros de Rystad Energy Louise Dickson.
Las compañías norteamericanas han recortado su producción a unos niveles más rápidos de los que esperaba el mercado y van camino de reducir su bombeo en unos 1.7 millones de barriles por día (bpd) para finales de junio.
Dickson advirtió de que aunque las cifras en cuanto a la demanda han mejorado y los recortes están haciendo efecto, "los números muestran que el ajuste en el bombeo existente todavía no puede cubrir la demanda perdida, por lo que los almacenamientos globales se seguirán llenando durante la segunda parte de mayo".
El problema respecto al espacio de almacenamiento tuvo un papel significativo en los contratos futuros del mes pasado, cuando durante el último día de vigencia de los contratos para mayo el barril texano cotizó en negativo por primera vez en su historia, lo que obligó a los productores a pagar a los inversores por llevarse el petróleo de sus instalaciones.
De hecho, el principal punto de entrega en Estados Unidos, situado en Cushing (Oklahoma), sigue en una situación límite y durante última semana almacenó un total de 407,000 barriles.