A las 09:05 hora local (14:05 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en diciembre restaban 0.17 dólares respecto a la sesión previa del miércoles y cambiaban la tendencia alcista de los últimos días.
El petróleo de referencia en EE.UU. había estado subiendo imparable durante esta semana pese al preocupante aumento de casos de covid-19, que ya ha llegado a 100,000 casos diarios en EE.UU., un récord mundial, y la incertidumbre electoral, hasta el punto de situarse en la víspera en el nivel de los 39 dólares.
"El precio baja hoy por una combinación de razones. Por un lado, la covid-19 pesa en los precios, un un aumento de las infecciones global y los confinamientos relacionados con eso presionando la demanda de petróleo", dijo en una nota el analista Bjornar Tonhaugen, de la firma Rystad Energy.
También señaló que la falta de determinación sobre quién será el próximo presidente de EE.UU. -el actual mandatario, Donald Trump, o el candidato demócrata, Joe Biden- "está cubriendo con una espesa capa de incertidumbre el calendario de un acuerdo de estímulo y su existencia, en general".
"Tal y como están las cosas, si Biden realmente gana la elección, y aún no es seguro, el Senado estadounidense aún podría ser republicano. Ese desarrollo podría afectar a los planes para un paquete de estímulo, y la ventaja relativa para el petróleo de ese resultado desaparece súbitamente", agregó el experto.
"Una perspectiva de deterioro para la demanda de crudo está impidiendo a los precios seguir el 'rally' bursátil poselectoral. La perspectiva de demanda puede recibir un gran golpe si los expertos sanitarios tienen razón y el brote en EE.UU. se pone tan mal que ocurren 1,000 muertes por covid-19 al día durante un periodo sostenido de tiempo", consideró en una nota el analista Ed Moya, de la firma Oanda.
Del lado de la oferta, por otra parte, se espera que la OPEP y sus aliados sigan discutiendo mantener sus actuales niveles de producción a partir de enero en lugar de incrementarlos, aunque algunos miembros del cártel esperaban tener ya alguna indicación sobre el futuro de EE.UU. para dar forma a sus políticas energéticas, de acuerdo a medios especializados.