La onza también se ha visto reforzada asimismo por otros factores como la debilidad del dólar y la expectativa entre los inversores de una mayor inflación en la próxima década.
"Si bien creemos que el oro seguirá apoyado por las crecientes tensiones geopolíticas, en nuestra opinión, los principales impulsores del precio del oro son su correlación negativa con las tasas de interés reales y el dólar. Creemos que estos tres factores, en combinación con un crecimiento limitado de la oferta a medida que los mineros continúan restringiendo el gasto de capital, impulsarán los precios del oro al alza”, dijo el lunes en una nota a los clientes el jefe de inversiones de UBS, Mark Haefele.
En general, los analistas coinciden en achacar el auge del metal a la caída del rendimiento del bono a 10 años de Estados Unidos como "motor más importante", lo que se suma a otros factores que se han acentuado en los últimos días, como la pérdida de terreno del dólar estadounidense, la búsqueda de los inversores de refugios seguros como el propio oro, el franco suizo o bonos de otros países solventes y, en el corto plazo, los cierres de los consulados de China y Estados Unidos en Houston y Chengdu respectivamente.
El analista Johan Jooste, de The Global CIO Office, dijo en declaraciones al canal especializado CNCB que para los inversores ahora mismo el coste de oportunidad de retener el oro es "virtualmente cero" teniendo en cuenta el rendimiento de los bonos del tesoro, pero admitió que existe un sentimiento en los operadores de preocupación por entrar en un mercado excesivamente alcista en el momento.
"Solemos recomendar que se compre en las bajadas, pero es algo difícil de hacer ahora porque hay miedo a perder la oportunidad", apuntó Jooste.
A esta hora, el precio del oro se situaba en los 1,934.30 dólares la onza, si bien algunos expertos auguran que es posible que próximamente pueda acercarse a los 2,000 dólares, especialmente si tiene éxito el nuevo paquete de estímulos que preparan los legisladores en Washington y si se mantienen las tasas de interés cercanas al 0 %.