Según un comunicado al cierre de Wall Street este miércoles, Disney tuvo una facturación acumulada de 67,657 millones de dólares entre octubre y julio, un 8 % más respecto a ese periodo del año pasado.
En el tercer trimestre del ejercicio, la empresa registró una pérdida de 460 millones de dólares frente a los 1,409 millones que ganó en ese tramo de 2022, si bien su facturación se mantuvo al alza, hasta 22,330 millones (un 4 % más).
"Nuestros resultados de este trimestre reflejan lo que hemos conseguido en la transformación sin precedentes que estamos ejecutando en Disney para reestructurar la compañía, mejorar la efectividad y devolver la creatividad al centro de nuestro negocio", explicó el máximo ejecutivo, Bob Iger, en la nota.
En este trimestre, precisamente, ha pesado un cargo de 2,440 millones de dólares relacionado con la restructuración, por la retirada de contenidos de las plataformas de "streaming" y el fin de licencias de uso a terceros, así como otros 210 millones en indemnizaciones por despido.
El negocio mediático de Disney sigue al ralentí frente al boyante negocio de los parques temáticos, y la plataforma Disney+ perdió suscriptores en el último trimestre, hasta 146.1 millones (más del 7 % menos respecto al anterior trimestre), indicó la empresa.
Iger, que se reincorporó a Disney hace ocho meses, tras haberse retirado después de una larga carrera, dijo que los cambios aplicados permitirán superar la meta de ahorro de costes de 5,500 millones de dólares que se había propuesto, entre otras cosas.
"Aunque hay mucho que hacer, estoy totalmente seguro de la trayectoria de largo plazo de Disney por el trabajo que hemos hecho, el equipo que tenemos ahora y por el sólido cimiento de la excelencia creativa y las marcas y franquicias populares en Disney", agregó.
Los resultados no fueron bien recibidos inicialmente por el mercado, que vendía sus acciones y hacía caer la cotización de la compañía cerca del 1 %.