El real decreto ley sobre la reforma de la negociación colectiva, que entra en vigor este domingo, reduce los plazos máximos de renovación de los convenios, establece el arbitraje para los casos en que no sea posible el acuerdo y da más protagonismo al convenio de empresa frente al provincial.
La norma, elaborada a contrarreloj por el Ejecutivo después de fracasar el diálogo patronal-sindicatos, será sometida a la fiscalización del Congreso de los Diputados y, a tenor de lo que las reacciones de los grupos parlamentarios, contenta a pocos.
Después de 32 muertos (31 en Alemania y uno en Suecia); millones de euros en pérdidas para los agricultores europeos, y 18 días en los que se ha dañado gravemente la reputación de las hortalizas tras culpar las autoridades germanas a los pepinos de España de causar la infección mortal de la bacteria E.coli, el caso ha quedado limitado a un problema doméstico: las semillas germinadas aparentemente proceden de una granja de Baja Sajonia y no salieron de Alemania.
Berlín exculpó este viernes a los inocentes pepinos, lechugas y tomates, pero ello no ha evitado unas pérdidas estimadas por el sector agrícola español en 500-600 millones de euros, sin contar las ocasionadas por las restricciones que han levantado países como Rusia o Israel a las importaciones de hortalizas europeas.
La Unión Europea (UE) respondió con ayudas de 210 millones de euros para los agricultores europeos, cifra tildada de "limosna" por las organizaciones agrarias españolas, que exigen que se cubra la totalidad de la pérdida comercial y que se rehabilite la calidad de sus productos.
La deuda sigue a la deriva. El futuro económico de Grecia hace temblar a las bolsas semana sí y semana también, y repercute negativamente en los otros dos países de la eurozona rescatados (Portugal e Irlanda), pero también en España, donde la prima riesgo o diferencial del bono español con el alemán a 10 años ha subido desde los 220 puntos básicos del lunes hasta los 251 del viernes, nivel no alcanzado desde hace cinco meses.
Grecia, sumida en huelgas tras aprobar su gobierno un plan de ajuste adicional para recaudar 78.000 millones de euros hasta 2015 y así poder recibir nueva ayuda de UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI), se plantea recurrir a acreedores privados para financiar los 90.000 millones de euros que asegura necesitar hasta 2014.
El Consejo Europeo estima que antes de que finalice junio habrá un acuerdo sobre el segundo paquete de ayuda a Grecia, porque el parlamento alemán ha despejado el camino aprobando el apoyo a nuevas ayudas a Atenas condicionadas a las medidas de ajuste y a la participación de acreedores privados en el rescate.
El Banco Central Europeo (BCE) mantuvo el tipo de interés rector en el 1,25 %, pero su presidente, Jean-Claude Trichet, anticipó una subida moderada de los tipos de interés en la zona del euro en julio, por "los riesgos al alza de la estabilidad de los precios", a la vez que se opuso a la reestructuración de la deuda griega.
La Comisión Europea presentó su receta para que España salga de la crisis: límites del gasto en las comunidades autónomas, recortar las cotizaciones a la Seguridad Social para reducir los costes salariales de las empresas y aumentar el IVA para compensar la merma de ingresos que este recorte provocaría.
La crisis griega y las dudas sobre la recuperación (la venta de viviendas en España se desplomó un 30,4 % en el primer trimestre) hicieron perder a la bolsa los 10.000 puntos y un 3,36 % de lunes a viernes, la mayor caída semanal en seis meses. Esta situación del parqué madrileño ha provocado que Telefónica suspenda la salida en bolsa de su filial Atento y espere tiempos mejores.
Wall Street cayó semanalmente un 1,42 % y cerró por debajo de los 12.000 puntos, empalmando seis semanas consecutivas de pérdidas, lo que no ocurría desde 2002. Igual panorama se vivió en Europa. Asia y Latinoamérica se abonaban a la incertidumbre.
El petróleo mantuvo su empuje debido a la falta de acuerdo en el seno de la OPEP en aumentar su producción, pero la decisión saudí de producir unilateralmente más hizo caer drásticamente el precio el viernes.
El Texas cerró en Nueva York a 99,29 dólares/barril, tras bajar ese día un 2,59 % y un 0,92 % en la semana. El Brent acabó en Londres a 118,78 dólares/barril (-0,66 %).
Las dudas sobre Grecia pesaron en el euro, que pasó de cotizarse a 1,46 dólares a cerrar a 1,4370.