BBVA ha llegado a un acuerdo con un fondo inmobiliario de Deutsche Bank para venderle 948 oficinas e inmuebles por un precio de mil 154 millones de euros, lo que le supondrá unas plusvalías brutas de 830 millones, que serán destinadas a provisiones para hacer frente a la crisis.
Según un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la entidad financiera ha pactado que ocupará sus oficinas con un arrendamiento a largo plazo (lo que se conoce como "sale & leaseback"), que según algunas fuentes podría durar 20 años en el caso de edificios y 30 en el de sucursales, con tres prórrogas adicionales de cinco años cada una.
Además, el banco presidido por Francisco González dispone, según el acuerdo alcanzado, de una opción de compra al finalizar el período de alquiler y podrá pedir la sustitución de inmuebles, así como cancelar el arrendamiento de hasta un 6 por ciento de las oficinas y edificios.
El BBVA señaló en una nota que la venta de los inmuebles, en su mayoría oficinas, le permite "movilizar plusvalías latentes y fortalecer su balance", al tiempo que valora que las cláusulas contempladas permiten al BBVA "una flexibilidad combinada del 27 por ciento a lo largo de la vida del contrato, lo que facilita la red minorista del grupo", incide.
Esta "flexibilidad combinada" supone que el BBVA puede rotar las oficinas alquiladas, ya que el banco puede cambiar las oficinas en arrendamiento.
Las plusvalías generadas por la operación serán destinadas a provisiones genéricas adicionales con el objetivo de reforzarse frente a los efectos de la crisis económica.
El BBVA sigue el ejemplo de otras entidades financieras españolas, como el Santander, que se deshizo de sus inmuebles, incluida la Ciudad Financiera de Boadilla del Monte (Madrid), por unos 2 mil millones de euros, aunque conservó su emblemática sede central en la capital cántabra.
La venta de las oficinas del BBVA ha tardado en cuajar, ya que desde enero se apuntó el interés de fondos inmobiliarios extranjeros en la operación y en febrero se señalaba a Deutsche Bank y a Goldman Sachs como los principales interesados.
Desde 2007 BBVA se ha desprendido de la mayoría de sus joyas inmobiliarias, empezando por su sede de Madrid y varios edificios emblemáticos de la capital madrileña, que adquirió GMP, que a su vez le vendió los terrenos para edificar su nueva sede corporativa en Las Tablas.
El pasado mes de febrero, la entidad presidida por González vendió su sede de Barcelona al fondo alemán Deja por cerca de 82 millones de euros, aunque también en este caso acordó seguir como inquilino del emblemático edificio.