Los bancos han publicado múltiples anuncios desde el miércoles, apenas días después de que el Gobierno divulgase un plan con 16 medidas para apoyar al maltrecho sector inmobiliario y de que el banco central y el regulador bancario celebrasen un simposio con las principales entidades del país en el que se abordaron los mecanismos de financiación para las promotoras.
Entre los más recientes, destaca el del Banco Industrial y Comercial de China (ICBC), el mayor banco del país, que abrirá líneas de crédito por un importe combinado de 655,000 millones de yuanes (91,450 millones de dólares, 87,830 millones de euros) a 12 promotoras entre las que figuran las dos mayores del país por volumen de venta, Country Garden y Vanke.
Estas dos firmas también recibirán préstamos de otras entidades, al igual que otras destacadas compañías inmobiliarias como China Overseas, China Resources Land, Longfor Group, Gemdale, Poly Real Estate o Midea Real Estate.
"Las compañías cubiertas son, en su mayoría, empresas de calidad cuyos negocios son relativamente prudentes. Algunas otras compañías también conseguirán más apoyo en lo que queda de mes y en diciembre", indicó el analista de la consultora inmobiliaria E-House China, Yan Yuejin, citado por el diario hongkonés South China Morning Post.
Por el momento, de los seis grandes bancos estatales del país asiático, tan solo dos -Banco Agrícola de China y Banco de Construcción de China- no han especificado las cantidades que pondrán a disposición de las inmobiliarias.
El sector inmobiliario se ha visto en graves apuros financieros después de que, en 2020, Pekín anunciase restricciones para tratar de impedir un aumento de la deuda de las promotoras, que habían experimentado un fuerte crecimiento durante años mediante agresivas políticas de apalancamiento y de ventas sobre plano.
El caso más conocido a nivel internacional es el de Evergrande, que, a mediados del año pasado, acumulaba un pasivo superior a los 300,000 millones de dólares y que fue intervenida por las autoridades después de que incurriese en el impago de sus obligaciones.
La falta de liquidez en el sector ha provocado que numerosas promociones en todo el país se vieran obligadas a parar las obras, lo que se tradujo este verano en un "boicot de hipotecas" que se extendió a más de un centenar de ciudades, con los compradores de los pisos inacabados comunicando a los bancos que no seguirían pagando sus créditos.
En los últimos meses, Pekín ha anunciado otras medidas para tratar de aliviar la crisis inmobiliaria como la apertura de líneas especiales de crédito o la petición a los grandes bancos estatales del país de que otorguen financiación adicional por valor de un billón de yuanes (unos 140,107 millones de dólares o 134.246 millones de euros) al sector durante los últimos meses del año.
De hecho, coincidiendo con la divulgación de las nuevas líneas de crédito, el regulador bancario anunció ayer que los bancos chinos prestaron unos 2.64 billones de yuanes (368.643 millones de dólares, 354,034 millones de euros) a las promotoras del país entre enero y octubre.