Con una fabulosa demostración de tenis poderoso y aguerrido, Sabalenka, número 2 del mundo, sometió a Pegula, que ocupa la sexta posición, por 7-5 y 7-5 en una hora y 53 minutos.
Este es el segundo triunfo de 'grand slam' en 2024 para Sabalenka tras el Abierto de Australia y su tercer título de un 'major' en total, contando el Abierto de Australia de 2023.
La bielorrusa, de 26 años, se pudo vengar por fin de su mala fortuna en Flushing Meadows, donde el año pasado perdió la final ante la estadounidense Coco Gauff (n.3).
En total llevaba cuatro años seguidos alcanzando las semifinales pero hasta hoy no pudo tocar el cielo de Nueva York.
Enfrente tenía una Pegula, de 30 años, debutante en la final de un 'major' y que, pese a que llegaba en un excelente momento de forma, es una tenista que se le da especialmente bien: hace menos de tres semanas la superó en la final del WTA 1.000 de Cincinnati y, contando el triunfo de hoy, ha ganado seis de los ocho duelos que han protagonizado.
La de Búfalo (Nueva York) ha firmado un verano brillante en pista dura con tres finales en tres torneos (incluyendo el título del WTA 1.000 de Canadá), pero lo ha cerrado con 16 victorias y 2 derrotas: ambas llegaron contra Sabalenka y con un trofeo en juego.
La bielorrusa se convirtió en la quinta mujer en la 'era open' en ganar los dos 'grandes' de pista dura en una misma temporada después de Steffi Graf (1988 y 1989), Monica Seles (1991 y 1992), Martina Hingis (1997) y Angelique Kerber (2016).
Sabalenka mandó en todo momento ante una Pegula admirable en su esfuerzo defensivo: Aryna logró 40 golpes ganadores (17 de Jessica) y cometió 34 errores no forzados (22 de su rival).
Al ritmo de Sabalenka
Mientras en la Gran Manzana caía una gran tormenta -pocas veces vino tan bien la cubierta del Arthur Ashe Stadium-, en la pista la final empezó también con emociones fuertes: Pegula logró un temprano 'break' y Sabalenka respondió de inmediato con otra rotura (2-2).
Pasadas esas turbulencias, la de Minsk tomó el mando del duelo con autoridad. Dueña de los golpes más potentes y temidos del circuito femenino, Sabalenka soltó derechas como truenos y saques como rayos ante los que Pegula, claramente a refugio, solo podía cruzar los dedos y esperar que cayeran fuera.
Un nuevo 'break', acosando sobre todo el segundo servicio de Pegula, le dejó el set en bandeja con 5-3 y saque a favor.
Pero a menudo, la peor enemiga de Sabalenka no es la rival al otro lado de la red sino ella misma.
Justo en el peor momento se enredó en errores impropios, fallos de concentración, dobles faltas y aspavientos de frustración. Frente a la templanza de su contrincante, Sabalenka empezaba a perder los nervios y su raqueta lo pagó en el suelo.
También tuvo mucho mérito Pegula, que reaccionó a tiempo para el 'break' (5-4) con varias defensas magníficas, que soltó algunos chispazos de calidad y que, ante todo, no dejó de correr de lado a lado extendiendo al máximo posible los peloteos para invitar al fallo a Sabalenka.
Pero cuando la grada del Arthur Ashe la llevaba en volandas y la norteamericana sacaba para mandar la manga al 'tie break', los nervios le pasaron factura. Cinco puntos de set tuvo al resto una Sabalenka que, tras malgastar cuatro, concretó el quinto con una dejada que estaba haciendo daño a la norteamericana.
Tras una hora de intenso tenis (7-5), Sabalenka entró en terreno conocido y movedizo: también en 2023 empezó ganando la final ante Gauff y al final acabó con la derrota en el bolsillo.
Con la lección aprendida, arrancó el segundo set sin relajarse en absoluto: ganó tres juegos seguidos y dejó a Pegula con una rotura en contra y pie y medio fuera de la final.
Pero la estadounidense, una luchadora incansable con la raqueta en la mano, es experta en encontrar un oasis en medio del desierto. Sumó cinco juegos consecutivos en un tramo avasallador, incluyendo dos 'break', y de repente tenía ante sí el camino hacia la remontada mientras el público local se lo pasaba en grande.
La historia del primer set se repitió con diferentes protagonistas: Pegula sacaba para sellar el set y Sabalenka consiguió el 'break' para extender la manga (5-5).
De nuevo aparecía el 'tie break' en el horizonte pero, una vez más, Sabalenka se encargó de evitarlo con dos juegos seguidos que la llevaron llorando al suelo de alegría como la nueva reina de Nueva York.