Y aún hay más: el equipo que triunfó en España el domingo tiene sólo 24 años de media, acumula 63 triunfos seguidos y encadena dos oros mundiales y dos olímpicos. Los Juegos de Río 2016 son la siguiente meta.
"Sabemos que podemos perder el próximo partido", dijo el seleccionador, Mike Krzyzewsky, tras ganar el domingo el Mundial con un apabullante 129-92 ante Serbia. Pero las palabras de "Coach K", siempre modesto y respetuoso con el rival, son más bien un gesto de cortesía visto el dominio exhibido en España.
Pocos lo esperaban teniendo en cuenta la joven edad del conjunto, la ausencia de grandes astros como LeBron James o Carmelo Anthony, más atraídos por los Juegos Olímpicos que por el Mundial, la baja de última hora de Kevin Durant la lesión de Paul George y las renuncias de Kevin Love o Blake Griffin.
Nada de eso impidió que seis jugadores acabaran promediando anotaciones en dobles dígitos, que Estados Unidos tuviera el mejor ataque (104,6 puntos de media), el mayor margen de triunfo (33 puntos), el mejor porcentaje de acierto en el tiro (52 por ciento), que fuera el que capturara más rebotes (44,8), el que diera más asistencias (20,4) y el que robara más pelotas (12,1).
La ventaja media de 33 puntos es la tercera mayor de un equipo NBA desde que nació el "Dream Team" en los Juegos de Barcelona 92.
"Decían que Estados Unidos enviaba el Equipo B para jugar el Mundial, pero no somos el equipo B, somos buenos también", se reivindicó Kenneth Faried, uno de los jóvenes astros. "Demostramos que podemos estar ahí y que el hecho de que LeBron (James) o Kobe Bryant no estuvieran tampoco significa nada, porque nosotros ganamos el oro también".
"El mejor grupo que uno pueda desear", elogió "Coach K" a sus muchachos, que le han puesto las cosas muy difíciles para seleccionar a los 12 en los Juegos Olímpicos de Río 2016, a los que el equipo ya está clasificado por ser campeón del mundo.
Volverán las grandes estrellas, surgirán otras y es posible que Faried, Anthony Davis, Kyrie Irving y Stephen Curry sean (aún) mejores dentro de dos años.
"Es el mayor logro de mi vida", dijo sobre el oro Irving, elegido MVP del torneo por su gran actuación en la final. "No puedo individualizar en un chico, no hay una estrella, es un equipo", afirmó el seleccionador.
"Soy fan de estos chicos, en Estados Unidos no puedo jugar con ellos y ésta es una oportunidad fantástica", agregó Irving dando una de las claves del éxito: la posibilidad de jugar con otras estrellas y divertirse.
Cuando antes de recibir la medalla de oro el domingo, Curry, Irving y James Harden celebraban como niños el logro en un pasillo de acceso a la cancha, quedó claro que el Mundial importa a las estrellas NBA, comprometidas con "Coach K", el hombre detrás de los éxitos de un equipo que ha dejado la arrogancia a un lado. Y eso que mirando los números, hay motivos para ser arrogantes.
"Hemos ganado por el respeto de saber lo buenos que son los demás", afirmó el técnico, que desde 2005 se propuso dos objetivos: ganar y hacerlo con un baloncesto bonito y humilde. Está dando frutos: cuatro oros, 63 triunfos seguidos y un balance de 74-1 desde que asumió la selección.
A pesar de todo, "Coach K" no ve que se haya ampliado la distancia entre su equipo y el resto. "Un 20 por ciento de los jugadores de la NBA es internacional", recordó.
"No podemos dar nada por sentado, los Juegos (de Río) son una gran competición, así que tendremos que recargar pilas y estar listos para la próxima dentro de dos años", apuntó Curry.
Pero con el desmembramiento de la URSS y de Yugoslavia anteriormente y el envejecimiento de equipos como España o Argentina, sus más duros rivales los últimos años, no parece que haya rival a la vista.
"Si no nos preparamos para los Juegos de Brasil como lo hicimos para este Mundial o para los anteriores torneos, nos pueden ganar. Tenemos que mantener la concentración y seguir haciendo lo mismo que hasta ahora", reclamó Curry, exponente de un equipo que domina, aunque lo haga cortesmente.(DPA)