"Me tomo el impacto y las amenazas del cambio climático muy en serio, especialmente ahora que mi familia y yo llegamos a una Australia devastada por los incendios", señaló Federer, quien disputa a partir del 20 de enero el Abierto de Australia en Melbourne.
El actual número tres mundial reaccionaba así a las presiones que esta semana han resurgido para que rompa su relación publicitaria y comercial con Credit Suisse, uno de los principales bancos de su país, acusado de invertir decenas de millones de dólares en industrias dañinas para el medio ambiente.
La presión ha crecido a raíz de que comenzara en Suiza esta semana un juicio de 12 activistas que a finales de 2018 protestaron en una sede de Credit Suisse en Lausana vestidos de tenistas para llamar la atención de Federer y denunciar las prácticas del banco.
Thunberg, quien la próxima semana viajará a Suiza para participar en una manifestación en Lausana poco antes de viajar al Foro de Davos, retuiteó un mensaje de la cuenta 350.org en el que muestra apoyo a esos activistas encausados y pregunta a Federer si está de acuerdo con las políticas de Credit Suisse.
El tenista contestó en su comunicado que el movimiento juvenil por el clima -del que la adolescente sueca es la cara más conocida- le produce un gran "respeto y admiración", y le agradece a éste que "nos presione a todos para que repensemos nuestro comportamiento y busquemos soluciones innovadoras".