Los cruces para las semifinales depararon para este sábado un doble enfrentamiento intercontinental por un hueco en la gran final que se disputará en el Mall of Asia Arena de Manila (Filipinas), el mismo escenario en el que también tendrán lugar las semifinales. Serbia contra Canadá por un lado, y EEUU contra Alemania por el otro, con las cuatro clasificadas para los Juegos Olímpicos.
Pese al favoritismo de los combinados norteamericanos, es la selección de Alemania la única que no ha perdido ni un solo partido hasta la fecha. Un bagaje de cinco victorias en la que destaca la última ante la potente Letonia, en la que consiguieron el pase a semis pese al paupérrimo partido de su estrella, Dennis Shroder, base de los Toronto Raptors.
"Es probablemente el peor partido que he jugado en mi vida. Pero aun así estamos en semifinales porque el resto de compañeros han ayudado a ganarlo. Por cosas como esta estamos tan unidos y somos un equipo tan especial", reconoció en la rueda de prensa posterior al partido, en el que rubricó un 4/26 en tiros de campo.
El problema para Alemania, de vuelta a unas semifinales 21 años después de la última vez. allá por 2002, es que no podrá volver a sufrir una desconexión así de su estrella pese a ser un equipo muy completo; y menos ante la poderosa Estados Unidos, un equipo que demostró tener costuras en su derrota ante Lituania, pero que exhibió superioridad ante Italia para disipar dudas.
Será el escolta Anthony Edwards, de los Minessotta Timverwolves, el encargado la ofensiva con un promedio de 17.3 puntos por partido, acompañado por Tyrese Halirbuton, el mejor valorado hasta el momento de este 'Dream Team' que es en realidad, y pese a su abrumadora calidad, el segundo equipo de un país que sigue sin valorar demasiado la Copa del Mundo y que reserva sus mejores jugadores para los Juegos Olímpicos.
Eso sí, pese a ser la 'Unidad B', las expectativas son las mismas para el 'Team USA'. Su obligación pasa, como mínimo, por estar en la final por lo que tendrá que luchar con esa presión ante una Alemania sin complejos que seguro dará de que hablar en el duelo.
Por el otro lado del cuadro está la Canadá que entrena el español Jordi Fernández y que lidera sobre el parqué el base estrella de los Oklahoma City Thunder, Shai Gilgeous-Alexander, ante la ausencia de Jamal Muray, base de los Denver Nuggets que renunció a jugar para recuperarse bien de cara a la nueva temporada.
Es la primera vez en la historia que Canadá llega a unas semifinales de un Mundial y podría parecer que la presión puede llegar a pasar factura. De momento no ha pasado nada parecido. Superó a España con solidez pese a lo igualado del resultado y demostró que son mucho más que un puñado de jugadores NBA.
Bien trabajada, Canadá exhibió, además de ese talento individual, una capacidad para trabajar en bloque y para solucionar sus problemas desde la pizarra que la convierten en una selección mucho más potente de lo que en un principio ya parecía. Solo Brasil fue capaz de cortarle las alas.
Enfrente tendrá, eso sí, a la temible selección serbia. Un combinado que ha ido de menos a más en el torneo y que dejó en el partido de cuartos de final ante Lituania un aviso a navegantes del nivel. Sin Nikola Jokic, pívot de los Denver Nuggets, y con la baja de Borisa Simanic, pívot del Casademont Zaragoza que perdió un riñón a causa de un golpe recibido en la primera fase, los serbios se han convertido en un ogro y venderán muy cara su piel.
Liderados por Nikola Jokic y por Bogdan Bogdanovic, Serbia vuelve a unas semis tras 9 años.
Este sábado, primero Serbia y Canadá (10.45 CEST) y después Alemania y EEUU (14.40 CEST) dirimirán las dos plazas de la final en sendos duelos en la cumbre en la que, pese al favoritismo norteamericano, las europeas no han dicho la última palabra.