El encuentro entre el mejor equipo de la NBA (los Clippers llegaron con 16 victorias y 5 derrotas) y el tercer mejor conjunto del Este (los Nets se presentaron con 13 triunfos y 9 partidos perdidos) tuvo sabor y emociones de playoff y se resolvió en un final afiladísimo en el que Irving conservó la calma desde los tiros libres.
Irving (39 puntos, 15 de 23 en tiros, y 5 rebotes) estuvo perfectamente acompañado por las otras dos estrellas de los Nets: James Harden (triple-doble con 23 puntos, 11 rebotes y 14 asistencias) y Kevin Durant (28 puntos y 9 rebotes).
Los Nets, que demostraron el lujo de sus fabulosas individualidades en ataque, han ganado 7 de los 10 partidos que han jugado desde que Harden desembarcó en Brooklyn.
Los Clippers impusieron durante gran parte del duelo su estructura coral y dieron sensación de ser un bloque más consistente que su rival.
Pero finalmente sucumbieron ante un 57 % de acierto en tiros de los Nets pese a los esfuerzos de Kawhi Leonard (33 puntos, 5 rebotes, 5 asistencias y 4 robos), Paul George (26 puntos, 4 rebotes y 6 asistencias) y Nicolas Batum (21 puntos y 6 rebotes).
Serge Ibaka aportó 9 puntos (3 de 11 en tiros), 10 rebotes, una asistencia y 2 tapones en 21 minutos.
Los angelinos salieron disparados con dos triples seguidos de Batum y con Leonard golpeando la zona para zarandear a unos despistados Nets (4-14 tras cuatro minutos).
El equipo dirigido por Steve Nash no lograba cerrar el agujero que tenían en la pintura y Leonard continuaba en su salsa (12 puntos, 4 de 4 en canastas, 4 de 4 en tiros libres) para cerrar el primer cuarto con una ventaja holgada (24-32).
Lo más peligroso de los equipos sobrados de talento como estos Nets es que les basta un chispazo de inspiración para incendiar el partido.
Eso fue lo que sucedió en el segundo cuarto: Joe Harris conectó dos triples seguidos, DeAndre Jordan hizo un mate descomunal y los Clippers, que justo estaban dando descanso a Leonard, se encontraron de repente con que los Nets les pisaban los talones (32-34 tras dos minutos).
Nicolas Batum y Marcus Morris dieron un paso al frente para reparar las grietas de los Clippers (45-56 a falta de tres minutos y medio), pero los Nets comenzaron poco a poco a aumentar las revoluciones del encuentro con los contraataques de Harden y Irving (57-58).
Irving no frenó para nada tras el descanso.
El base anotó 11 puntos en los primeros cinco minutos para dar por fin las primeras ventajas a los Nets de todo el partido, aunque los Clippers se mantuvieron al frente con Leonard y George al timón (88-90 antes del último parcial).
Las dos figuras de los Clippers apretaron los dientes en ataque y defensa (97-102 tras cinco minutos), pero a partir de ahí los Nets tomaron el mando sin resistencia posible.
Irving, Harden y Durant se turnaron para machacar a los angelinos una y otra vez, y de todas las formas posibles, hasta poner tierra de por medio (118-108 a falta de dos minutos).
En ese momento se aparecieron los fantasmas de la esperpéntica última derrota de los Nets, que cayeron el domingo ante los Washington Wizards cuando ganaban por 5 puntos a falta de 14 segundos.
Pero pese a que los Clippers no se rindieron hasta el final y forzaron un desenlace a vida o muerte desde los tiros libres, una canasta de pillería de Jeff Green y el aplomo de Irving confirmaron la victoria para los locales.