“La soledad es el gran tema de este siglo. Vivimos en una sociedad que nos tiene condenados prácticamente a la soledad, al abandono de las grandes ciudades, de la sociedad individualista y egoísta; que nos hace creer que sólo nosotros importamos”, afirma la escritora y filósofa Esther Charabati, cuya obra editada bajo el sello Félou, se presentará el próximo 23 de agosto en el auditorio Nicolás García San Vicente, del Polideportivo Carlos Martínez Balmori, ubicado en la Ciudad del Conocimiento en Pachuca, Hidalgo.
Charabati, primera mexicana en impulsar el concepto de cafés filosóficos en el país, quien también impartirá un taller al respecto durante la feria organizada por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) y su Patronato, con el auspicio del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), en esta obra explora los diferentes caminos para escapar de la soledad, desde las distintas generaciones y las múltiples necesidades que impone la civilización actual.
Sus personajes, Diana, una psicóloga que enfrenta una lucha ética cuando se entera que su paciente es la amante de su esposo; Catalina una mujer que odia a la humanidad se ve tentada a acercarse a unos vecinos extraños para huir del abandono y trascender su existencia; y Luisa dispuesta a liarse con cualquier hombre para desquitar su coraje y no estar sola.
“Estos personajes recurren a lo que tienen más a mano. Al final van llenando su vida con elecciones que no las llevan a dónde quieren llegar y el único objetivo es superar la sensación de soledad”, explica la también investigadora y precisa que su novela está alimentada de las anécdotas cotidianas, de los amigos, de los libros, “de ahí voy vampirizando a todos los que se me acercan, para captar sus historias, sus personalidades, sus opciones y decisiones”.
La también autora de “Rasgando el tiempo” y “El oficio de la duda”, hace hincapié en que sus personajes no saben a dónde quieren llegar, no saben qué camino quieren tomar y todos encontrarán una solución distinta, porque el único objetivo es superar la sensación de soledad.
“Dentro del mismo consultorio se va a generar una especie de guerra entre las dos mujeres por este tercer hombre, que es sobrino del cuarto personaje y quizá el más importante de la novela. Una mujer mayor, bastante amargada que está luchando contra el mundo y contra el tiempo. Esta mujer que siempre ha sido enemiga del género humano de pronto ante la soledad decide abrir la puerta de su casa a sus vecinos y entonces todos quedan dentro de la misma trama”, relata Charabati y precisa que en el caso de esta mujer mayor, su problema no es el futuro, sino encontrar la manera de trascender y quedarse en la memoria de las personas que están cerca.
Esther subraya que en la sociedad actual estamos todos bastante abandonados, a veces por elección y también porque la civilización misma crea condiciones para tenernos aislados, “las grandes ciudades colaboran con este sentimiento de soledad. Si queremos el privilegio del anonimato, el precio a pagar es que no nos conozcan, que no tengamos demasiadas relaciones, es parte del tamaño de las ciudades, de su arquitectura, de la ideología y del individualismo”, concluye.