Con cinco representaciones enormes del juego de la rayuela, 55 pequeñas y 11 textos, esta exposición se presentó con el deseo de que sirva para atraer a los jóvenes hacia este escritor argentino, impulsor del boom de la literatura latinoamericana, comentó María Luisa Passarge, organizadora junto al fotógrafo Rogelio Cuéllar.
Passarge, directora de Ediciones La Cabra, dijo a Efe que espera que la exposición abra la curiosidad sobre Cortázar entre los jóvenes, de quienes cree que no se han acercado al autor "y muchísimo menos han leído Rayuela".
La novela, publicada el 28 de junio de 1963, cuenta la historia de Horacio Oliveira y su relación con la Maga y se puede leer al menos con dos órdenes diferentes. Es considerada una de las grandes obras del siglo XX.
Para la organizadora, el escritor, de nacionalidad francesa y argentina y de quien será el centenario de su nacimiento en 2014, fue "el más lúdico, el más juguetón" de los protagonistas de ese auge latinoamericano y alguien que "influyó muchísimo" en generaciones posteriores.
Cada artista contribuyó a crear las cinco rayuelas de 11 piezas cada una, además de pintar sus representaciones en pequeño de este popular juego que da nombre a la novela de Cortázar, con materiales como óleo, grafito, arenas, acrílico y alambre, entre otros.
Los dos organizadores empezaron hace cuatro meses a convocar a los artistas y, posteriormente, llamaron a 11 escritores para que colaboraran en el catálogo.
Uno de ellos fue Juan Villoro, para quien Julio Cortázar es uno de esos escasos escritores que "parecen regalarte su amistad con lo que escriben", con sus "historias situadas en el frágil umbral entre la realidad y la fantasía", explica en su texto.
Esas historias, entre las que se encuentran su primera obra, Presencia (1938) y su libro de cuentos Bestiario (1951), entre otras, hicieron a Cortázar ganador de premios como el Medici extranjero y la Orden de Rubén Darío, máxima distinción literaria de Nicaragua.
El artista Gustavo Monroy comparó Rayuela, ambientada en París y Buenos Aires, con El Retrato de Dorian Gray, ya que al leerla "vuelve uno a ser joven" y la obra "no envejece", añadió durante la exposición, ubicada en la librería del Fondo de Cultura Económica y que permanecerá hasta el 21 de julio.
Passarge opinó que esta literatura "goza de buena salud" y hay mucha gente que se acerca a ella y puso como ejemplo la Feria del Libro Independiente, que atrajo a 60 editoriales en este mismo espacio, lo que "quiere decir que de alguna manera la literatura (...), la palabra sigue viva y trabajando y produciendo". (EFE)