La operación comercial se hizo con Cheniere, empresa que está construyendo siete instalaciones de licuefacción de gas natural en el Golfo de México. Esta es la primera carga de GNL producida por la empresa estadounidense y la primera carga de GNL producida en los Estados Unidos continental. Después de ser regasificado en la terminal de Bahia, el combustible será inyectado en la red de gasoductos de Petrobras para atender al mercado interno brasileño, abasteciendo principalmente la demanda termoeléctrica.
El procesamiento y la licuefacción del gas natural para embarque son realizados por Cheniere en una unidad industrial construida para aprovechar la abundancia de gas existente en el mercado estadounidense, tras la llamada revolución del Shale Gas. Con esta adquisición, Petrobras diversifica su cartera de proveedores, proporcionando más flexibilidad y seguridad al suministro de gas natural en Brasil y establece una alianza comercial importante en la Cuenca del Atlántico.