Justicia brasileña acepta pedido de protección de petrolera OGX

La Justicia brasileña aceptó hoy el pedido de protección contra la bancarrota inmediata presentado por la petrolera OGX, la principal empresa del imperio del ex magnate Eike Batista, quien llegó a ocupar el séptimo lugar en el ranking de los hombres más ricos del mundo de la revista "Forbes".

Etiquetas: 

00014315-original.jpeg

La brasileña OGX.

La decisión afecta a las empresas OGX Petróleo y Participaciones S.A. y OGX Petróleo y Gas S.A., pero excluye de la protección judicial a dos subsidiarias con sede en Australia y Holanda.

Según el juez Gilberto Farías Matos, no tienen sede en Brasil, y la aceptación del pedido de protección violaría la jurisdicción soberana de los países donde operan y generaría "una inseguridad jurídica ante acreedores internacionales".

El pedido de protección judicial contra la quiebra inmediata fue presentado por las dos OGX el 30 de octubre pasado, para evitar la quiebra inmediata de las empresas, cuyas deudas -según afirma la decisión judicial anunciada hoy- superan los 12,000 millones de reales (alrededor de 5,220 millones de dólares).

OGX fue la primera empresa del grupo EBX de Batista en presentar un pedido de protección judicial contra la quiebra. El 11 de noviembre, la misma medida fue adoptada por dos subsidiarias del grupo, OSX Construcción Naval S.A. y OSX Servicios Operativos Ltda.

A partir de la aceptación del pedido de protección judicial, la petrolera de Batista tiene un plazo de 60 días para presentar un plan de reestructuración, que deberá ser respaldado por al menos la mitad de sus acreedores.

En total, Batista tendrá 180 días para solucionar sus problemas financieros y honrar sus compromisos, y así evitar la bancarrota.

Según la prensa local, el plan de recuperación presentado a la Justicia incluye la venta de activos del grupo EBX, entre ellos dos minas, ferrocarriles y puertos que posee en Colombia su subsidiaria CCX, que serían comprados por el grupo turco Yildirim.

La profunda crisis en la petrolera -la principal empresa del grupo EBX, creado por Batista- fue definida por la comentarista económica del diario "O Globo" Miriam Leitao como "la mayor hecatombe empresarial" de la historia de Brasil.

Según Leitao, Batista construyó con dinero ajeno "un castillo de cartas", que empezó a derrumbarse cuando el empresario admitió que no se cumplirían sus pronósticos optimistas sobre la producción de los yacimientos de crudo explotados por OGX.

Este año, el empresario admitió que el campo de Tubarao Azul, por ejemplo, no era productivo. Antes, había dicho que el pozo podría producir 50,000 barriles diarios de crudo.

A partir de ahí, se inició un proceso acelerado de fuga de inversionistas y de caída en los precios de las acciones de la empresa, cuya depreciación en los últimos meses llegó al 95 por ciento, según la empresa de consultoría Economática.

La fortuna de Batista también virtualmente desapareció en tiempo récord. Según el portal G1, su patrimonio, que en 2012 fue calculado por "Forbes" en 30,000 millones de dólares, hoy sumaría escasos 73.7 millones de dólares.