Recordando a nuestras madres universales, con todos sus valores maternales, este mes y siempre las tenemos presentes. Agradezco a las madres que han parido hijas e hijos pródigos, educados y los han forjado para bien de la humanidad. Hablar de las madres es hablar de la ternura sin color, sin distinción, de la universalidad pura que hace la bondad humana y genera el respeto a la biodiversidad. Quien nos hace pisar firme y contemplar la cúpula celeste. De aquellas que no las ata más que el amor.
Quiero reconocer a las madres que ya han pasado a un ámbito superior, y que siempre estarán en los latidos de nuestro recuerdo y son lo que nos une.
¡FELICIDADES MADRES MÁGICAS!