El Tecnológico de Monterrey firmó un convenio de colaboración con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) para explorar las oportunidades de investigación conjunta en biotecnología a fin de incrementar la producción nacional de maíz y trigo conforme a los objetivos del Programa Programa de Modernización Sustentable de la Agricultura Tradicional (MasAgro), que tiene como una de sus metas que trabajar en el campo vuelva a ser motivo de orgullo.
“Regresar el orgullo al campo o hacerlo más sexy para las nuevas generaciones y que tengan el interés para trabajar en él es el objetivo. Si hacemos un análisis sencillo a 5 o 10 años, es muy claro que el futuro está en la agricultura, pero ¿cómo regresamos esto a los investigadores y a la gente del campo?”, cuestionó el doctor Bram Govaerts, jefe del Programa de Agricultura de Conservación del CIMMYT en México al explicar el rol del organismo que encabeza en la meta de MasAgro.
El acuerdo se firmó el 27 de julio en el Auditorio de Comunicaciones del Centro de Biotecnología FEMSA, del Campus Monterrey. Representando al Tecnológico de Monterrey firmaron la carta de intención de colaboración con la iniciativa MasAgro el doctor Manuel Zertuche, director de la Escuela de Biotecnología y Alimentos y el doctor Silverio García Lara, Profesor Investigador del Departamento de Agrobiotecnología del Campus Monterrey, así como la licenciada Karen García, Directora Ejecutiva de MasAgro, y el doctor Bram Govaerts, jefe del Programa de Agricultura de Conservación del CIMMYT en México.
Al reiterar la intención de que el Tecnológico de Monterrey colabore con el programa MasAgro el doctor Manuel Zertuche se dijo satisfecho de que la Institución sea un foro para la difusión de un proyecto tan importante como MasAgro y con la relación que se tiene con un centro de investigación tan respetado como el CIMMYT. “Pero la más halagador de esta colaboración es que tiene la intención de ser un programa en beneficio de los mexicanos, de las regiones y de un sector que tanto lo necesita como es el de la producción de alimentos y en particular la producción de granos tan básicos como el maíz y el trigo”, agregó.
La licenciada Karen García destacó la importancia de que organismos de investigación de excelencia como la Escuela de Biotecnología y Alimentos del Tecnológico de Monterrey y el CIMMYT alcancen acuerdos que les permitan recurrir a los últimos avances de la biotecnología para potenciar el impacto del programa de desarrollo agrícola más ambicioso y completo que México ha emprendido en los últimos años.
También se llevó a cabo una sesión de trabajo previa a la firma del convenio, a la que asistieron el doctor Sergio Serna Saldívar, líder de la Cátedra de Alimentos nutracéuticos para el tratamiento de enfermedades crónico-degenerativas y el doctor Jorge Welti Chanes, quien encabeza la Cátedra de Tecnologías emergentes para la conservación de alimentos.
Incorporación de la biotecnología a la salud alimentaria
En entrevista, el doctor Silverio García Lara explicó que el Tecnológico de Monterrey ofrece a MasAgro una plataforma tecnológica para la evaluación de variedades de nuevos maíces y en el área de procedimiento sobre todo con capacidades nutracéuticas. En un inicio colaborarán entre 10 y 20 investigadores del Centro de Biotecnología del Campus Monterrey pero ya se analiza la posibilidad de que se integren investigadores de otros campus.
“El Tecnológico de Monterrey tiene una escuela muy importante en el área del desarrollo de nuevos productos, estamos hablando sobre todo de aquellos que tienen un impacto directo sobre la salud. Maíz y trigo son de los granos más importantes y nuestros investigadores han desarrollado y descubierto una serie de nuevos atributos que nos pueden ayudar a combatir problemas muy serios como la obesidad, problemas cardiacos y la diabetes”, dijo.
Agregó que en una primera etapa se usará el germoplasma del CIMMYT para hacer estos estudios y hacer recomendaciones específicas para nuevos alimentos funcionales, posteriormente se usará la plataforma existente en el Tecnológico de Monterrey para el desarrollo de post-cosecha; es decir el almacenamiento.
Explicó que en el norte del México no representan un problema porque existe un almacenamiento adecuado como los silos o las cadenas de distribución pero los estados del Bajío o del Sur del país no cuentan con esa tecnología.
“El Tecnológico de Monterrey validará y creará nueva tecnología que tiene que ver con silos de diferentes materiales diseñados de tal forma que ofrezcamos una tecnología para productores a pequeña escala y bajos recursos. Un área oportunidad muy importante en la que no se ha hecho biotecnología al respecto, ahí seríamos pioneros”, destaca el doctor García Lara.
Ahí también se contempla el trabajo de los investigadores del Tecnológico de Monterrey el uso de plantas autóctonas para el manejo de plagas y enfermedades, con la idea de mantener el grano almacenado en condiciones adecuadas, tecnologías que ya están prácticamente listas, que se validarán con MasAgro y serán liberadas en sus centros de operación.
“Después de la reunión encontramos dos áreas más en las que podemos colaborar. El Tecnológico de Monterrey tiene un compromiso social muy importante con las áreas marginadas y estamos ofreciendo esos sitios para que se puedan desarrollar esas tecnologías y se bajen a las áreas marginadas y el otro que es muy importante: la apertura de mercados, el Tecnológico de Monterrey tiene una experiencia muy importante en cuanto a generar nuevas rutas de mercados y MasAgro necesita no sólo producir maíz y trigo sino también comercializarlo y darle nuevo valor a estor productos”, destacó.
Tecnología sostenible para el campo mexicano
Por su parte, la directora ejecutiva de MasAgro, explicó que este programa, impulsado por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural y Pesca de México (SAGARPA) y el CIMMYT, ayuda a los agricultores a innovar para obtener rendimientos más elevados y estables en sus cultivos con la finalidad de mejorar sus ingresos y de mitigar el efecto de sus actividades productivas en el cambio climático. La iniciativa se enfoca en pequeños agricultores que no tienen acceso a tecnologías modernas ni a mercados funcionales.
Detalló que no se trata de un programa asistencialista, sino que la iniciativa coordinada por el CIMMYT se plantea objetivos de corto, mediano y largo plazos para detonar proyectos de colaboración entre los diferentes actores de la cadena agroalimentaria local que ayuden a México a contrarrestar los efectos del cambio climático y de la crisis alimentaria global. Su meta es incrementar 85 por ciento la producción nacional de maíz y 10 por ciento la de trigo en diez años en condiciones de temporal.
La licenciada García habló sobre los hallazgos de un estudio publicado en la revista Scientific American en septiembre de 2010 que mide el impacto del cambio climático en la producción de alimentos para el año 2080 y que estima que países como México, India y Australia serán seriamente afectados, efectos que se buscan combatir con MasAgro apoyándose en sus cuatro componentes: Descubriendo la diversidad genética de las semillas, Estrategia internacional para aumentar el rendimiento del maíz encabezado, Estrategia internacional para aumentar el rendimiento del trigo y Desarrollo sustentable con el productor.
Con estas iniciativas buscan promover técnicas agronómicas que permitan recuperar suelos dedicados a la agricultura, un uso eficiente de fertilizantes, desarrollar semillas más fuertes y adaptadas y minimizar la dependencia mexicana de las importaciones de granos.
Obligación moral con la tierra
En su participación el doctor Bram Govaerts, líder de la estrategia Desarrollo Sustentable con el Productor, reconoció que México tiene una gran vocación en la investigación para el campo pero no existe un canal para llevar este conocimiento a los productores agrícolas.
Por ello su estrategia en MasAgro trabaja directamente con agricultores del Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Puebla y Tlaxcala para promover prácticas agronómicas sustentables que permitirán a los productores reducir sus costos en insumos entre 15 y 20 por ciento y sostener su producción en años con pocas lluvias, lo que equivaldría a evitar caídas de rendimiento de hasta 40 por ciento en estas temporadas.
El investigador explicó que MasAgro se extiende a través de centros de innovación que el CIMMYT ha instalado en diferentes zonas agroecológicas del país como Bajío, Pacífico Norte y Valles Altos. Informó además que estos centros están conformados por plataformas de investigación y módulos de extensión que promueven la adopción de los tres principios básicos de la agricultura de conservación: movimiento mínimo del suelo, conservación de rastrojo sobre el terreno y rotación de cultivos.
“El Tecnológico de Monterrey está conectado con la generación de información, con los sistemas de generar capacidades, por eso tenemos grupos interinstitucionales que discuten estos temas, en los que creo que puede aportar, para generar una visión a nivel de México la cual traducimos a nivel regional en los centros en acciones concretas”, explicó.
Además se fomenta la adopción de semilla mejorada y adaptada a condiciones de producción de temporal de pequeña y mediana escala mediante la formación de Técnicos Certificados en Agricultura de Conservación, se ha trabajado en el diseño de una máquina multiuso, multicultivo adaptada a las necesidades del productor y se planea el diseño de un sistema informático basado con plataforma de telefonía móvil que permita a los productores una gama de servicios como acceso a créditos o información técnica y al mismo tiempo permita que ellos colaboren compartiendo sus experiencias en una especie de Wikipedia agrícola.
“Existen tecnologías que podemos incorporar y tenemos la obligación moral de incorporarlas”, finalizó el doctor Govaerts.