Esta nueva marca histórica tendrá dos graves consecuencias: la temperatura media de la Tierra puede subir hasta 3 grados centígrados, es decir, uno más que el límite máximo fijado por los científicos y que establece el Acuerdo de París, advirtió la OMM en su reporte anual sobre el impacto de los gases de efecto invernadero.
Además, con esta elevada concentración de C02, el nivel del mar podría subir también hasta los 20 metros a finales de este siglo y esto supondría la inundación de grandes zonas de nuestro planeta, como la isla de Manhatan, en Nueva York.
"La última vez que la Tierra conoció una cantidad de CO2 comparable fue hace entre tres y cinco millones de años: la temperatura era entre 2 y 3 grados centígrados más alta y el nivel del mar era 10 o 20 metros más alto que el nivel actual", recordó la OMM, con sede en Ginebra.
Según la OMM, este "rápido aumento" del nivel de CO2 se debe a "la conjunción de las actividades humanas y a un potente episodio de El Niño", un fenómeno climático que aparece cada cuatro o cinco años y que se traduce en un incremento de las temperaturas del océano Pacífico, que provoca sequías en unas zonas y fuertes precipitaciones en otras áreas.
En 2016, la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera (el principal gas de efecto invernadero de larga duración) alcanzó las 403.3 partes por millón (ppm), por encima de los 400 registrados en 2015.
La OMM destacó que sabe que no ha habido niveles tan elevados en los últimos 800 mil años porque se han realizado mediciones directas en los núcleos de hielo antártico mediante instrumentos modernos.
Los investigadores tienen "mediciones fiables, directas" de la tasa de concentración que se remontan a 800 mil años, gracias al estudio de burbujas de aire preservadas en el hielo en Groenlandia y en la Antártida, explicó la jefa del departamento de investigación sobre el medio ambiente atmosférico de la OMM, Oksana Tarasova.
"Si no reducimos rápidamente las emisiones de gases con efecto invernadero, nos enfrentaremos a un peligroso aumento de la temperatura en lo que queda de siglo, muy por encima del objetivo fijado en el Acuerdo de París sobre el clima", advirtió por su parte el secretario general de la OMM, el finlandés Petteri Taalas.
“Las generaciones futuras heredarán un planeta mucho menos hospitalario”, sentenció.
Calificó el problema de "muy serio" ante la evidencia de que el calentamiento global modifica los patrones de lluvia, dado que en algunas partes del mundo hay más sequías e incendios forestales y en otras hay más inundaciones y huracanes, como la temporada récord este año en el Caribe.
Para Erik Solheim, director del programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, "el tiempo apremia".
"Las cifras no mienten. Nuestras emisiones siguen siendo demasiado altas y hay que alterar la tendencia (...) Ya contamos con numerosas soluciones para enfrentar este desafío. Solo falta la voluntad política", denunció.
Como es habitual, este informe de la OMM fue divulgado días antes del inicio de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que este año se celebrará del 6 al 17 de en noviembre en la ciudad alemana de Bonn, para preparar la puesta en marcha del Acuerdo de París firmado en 2015.
El Acuerdo de París marca como objetivo mantener el calentamiento global por debajo de los 2 grados centígrados a finales de este siglo respecto a los niveles preindustriales, aunque las naciones se han comprometido a hacer todos los esfuerzos necesarios para no rebasar los 1.5 grados.