Con la energía ahorrada, la compañía eléctrica estatal Zimbabwe Electricity Supply Authority (ZESA) podrá iluminar la mitad de Harare o el equivalente a cuatro ciudades pequeñas.
"Daremos gratuitamente las bombillas florescentes compactas a cambio de bombillas incandescentes que destruiremos (...). Es una respuesta inmediata para aliviar a nuestros clientes de la falta de suministro", dijo el portavoz de ZESA Fullard Gwasira.
El uso de las nuevas bombillas, que cuestan 12 millones de dólares (unos 8.5 millones de euros), supondrá ahorrar 200 megavatios de electricidad.
Actualmente, Zimbabue genera 1,300 megavatios, frente a una demanda nacional de 2,200 megavatios.
Ese desajuste provoca cortes eléctricos diarios en ciudades de todo ese país africano, afectando también a fábricas y granjas que habían empezado una recuperación económica tras un larga década de crisis.