Los restos fueron localizados luego de una excavación de aproximadamente metro y medio de profundidad en donde se construye una cancha de frontón.
Debido a este hallazgo, el pasado 5 de diciembre, la Dirección General de Tratamiento para Adolescentes (DGTPA), dependiente de la Subsecretaría de Sistema Penitenciario capitalino, presentó una denuncia de hechos ante la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJ CDMX), y dio aviso al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Así lo determinó el dictamen de análisis morfológico realizado por peritos de antropología forense de la PGJ CDMX.
Especialistas del INAH determinarán la antigüedad que presentan dichos restos óseos.
El inmueble donde se encuentra la CTEA fue construido a principios del Siglo XX e inaugurado en 1908; lugar que fue utilizado como caballería durante la época de la Revolución Mexicana.
El Gobierno de la CDMX lleva a cabo esta obra de rehabilitación para garantizar mejores condiciones para los jóvenes que lo habitan.
Luego del dictamen, continuarán los trabajos para el acondicionamiento de la cancha de frontón, mismos que habían sido suspendidos por el hallazgo de los restos óseos.