La dependencia informó que en el 2016, los casos de personas detectadas con obesidad en unidades de Medicina Familiar correspondieron en un 36 por ciento a mujeres de entre 20 a 59 años de edad, contra 26.8 por ciento al sexo masculino en el mismo rango de edad.
En tanto, en casos de obesidad mórbida, el 3.9 por ciento de los casos de personas con IMC superior a 40, fueron de mujeres contra 1.2 por ciento de varones.
El total de consultas otorgadas a mujeres en el IMSS Jalisco el año pasado, asociadas a obesidad, ascendió a dos mil 671 consultas médicas por obesidad. El 60 por ciento de atenciones se concentró en el grupo de 20 a 59 años de edad.
En cuanto a egresos hospitalarios de mujeres con obesidad, en el 2016 la cifra ascendió a 39 pacientes en el mismo grupo etario. El 71 por ciento de la población derechohabiente presenta algún nivel de obesidad y sobrepeso, de este porcentaje, 62 por ciento corresponde a mujeres.
Con relación a otros motivos de consulta médicas en el IMSS Jalisco por parte de la población femenina de 20 a 58 años, destacaron en el 2016 control y supervisión de embarazo normal y de alto riesgo con 64 mil 678 atenciones.
Le siguieron las mastopatías quísticas con 14 mil 426 consultas, afectaciones de dorso-lumbalgia con 12 mil 867 consultas, atención materna por cicatriz uterina por cirugía previa con 11 mil 721 atenciones y displasia cervical leve con 10 mil 130 consultas.
Leiomioma del útero con 10 mil 37 consultas, hipotiroidismo con nueve mil 530, insuficiencia renal crónica con nueve mil 79 consultas, rinitis alérgica con seis mil 932 y cáncer de mama con cinco mil 672 atenciones.
Con relación a motivos de egreso hospitalario de mujeres, el año pasado 27 mil 95 fueron por parto normal o cesárea, así mismo cuatro mil 241 pacientes salieron por enfermedades de la vesícula y conducto biliar, mil 891 por amenaza de parto prematuro y mil 541 por hernias.
Cabe recordar que en el esquema del chequeo PrevenIMSS o API (Atención Preventiva Integral) se contempla el grupo de mujeres de entre 20 y 59 años de edad, en donde se realizan cinco procesos de promoción a la salud.
Entre ellos, se incluye valoración nutricional que abarca la medición de talla y peso y su monitoreo, prevención y control de enfermedades en el cual se aplican vacunas como la de protección al sarampión y rubéola en el caso de las mujeres embarazadas.
Además, la de protección contra tétanos en todo el grupo etario y contra la influenza si son cuidadoras de niños pequeños o tienen alguna comorbilidad.
Asimismo, en el componente de salud sexual y reproductiva se les orienta sobre factores de riesgo para enfermedades de transmisión sexual, uso de métodos anticonceptivos, detección del VIH SIDA y de sífilis en el embarazo.
Se les brindan detecciones de enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión arterial, colesterol y triglicéridos elevados, y también de cáncer de mama y cérvico-uterino (este último a través del estudio del Papanicolaou).
En el caso de mujeres mayores de 60 años de edad o más jóvenes, con factores de riesgo, se les programa anualmente para la realización de una mastografía. En el rubro de salud bucal, se les brindan detecciones de placa dentobacteriana y orientación en el uso adecuado del cepillo y del hilo dental.