Cronobiología nutricional, alternativa para bajar de peso

En el país existe una abundancia de alimentos ricos en calorías, que aunado a la industrialización de los mismos puede generar un empobrecimiento en proteínas, minerales y vitaminas indispensables para el organismo.

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Y es que debido a la mala alimentación, desde 2013 México ocupa el primer lugar en obesidad en el mundo, lo que a su vez ha generado más de 135 mil búsquedas mensuales en Internet relacionadas con bajar de peso.

De acuerdo con la herramienta en línea para buscar médicos especializados Voyaldoc.com, cada persona es diferente, por lo que seguir una dieta que aparece en una revista o en una página de Internet no siempre funciona.

Ello, ya que en ocasiones se llega a perder más músculo que grasa, además de que a la mayoría de las personas se les dificulta seguir una dieta.

De tal forma, entre las nuevas alternativas para perder peso se encuentra la cronobiología nutricional, una técnica que se adapta a la forma de comer, al estilo de vida y al metabolismo de cada persona.

De acuerdo con la nutrióloga Marianna Herrasti, la cronobiología busca enseñar a comer según el ritmo de vida y el metabolismo, ya que el cuerpo secreta diferentes hormonas por la mañana, tarde y noche.

“El hecho de que la hora de la comida tenga importantes efectos sobre el organismo apoya la propuesta de que la alimentación óptima requiere la consideración no sólo de qué alimentos se consumen, sino también de cuándo se consumen”, expuso.

La nutrióloga explica que el reloj interno se divide en matutino, de las cinco de la mañana a las cinco de la tarde, y busca darle energía al cuerpo, mientras que para la noche el cuerpo busca restaurarse y relajarse.

“En esos dos turnos se secretan diferentes sustancias químicas y hormonas que logran que el cuerpo logre su objetivo, por lo que en la mañana hay que darle nutrientes a nuestro cuerpo para estar activo y en la noche para que repare tejidos”.

El sitio para buscar especialistas médicos puntualiza que incluso diversos estudios demuestran que la correcta alimentación puede mejorar la productividad del empleado hasta en 20 por ciento.