En su página de Internet, el instituto advierte que uno de los principales factores para que los niños contraigan esta enfermedad es la contaminación del aire al interior de los hogares, ligada de manera directa al consumo de tabaco por parte de los padres.
En el marco del Día Mundial Contra la Neumonía, que se conmemora este jueves, la dependencia indica que también son elementos de riesgo el uso de biomasa (leña o excrementos) como combustible para cocinar o calentar el hogar, así como vivir en hogares hacinados.
Otras causas para que niños desarrollen neumonía están los antecedentes de enfermedades como el sarampión, la influenza y el virus de inmunodeficiencia humana (VIH).
La neumonía es una infección respiratoria aguda que afecta a los pulmones, los cuales están formados por pequeños sacos llamados alvéolos que se llenan de aire cuando las personas están sanas.
Sin embargo, los alvéolos de una persona enferma con neumonía se llenan de líquido, lo que hace dolorosa la respiración y provoca una limitada absorción de oxígeno.
La neumonía puede propagarse por los virus y bacterias presentes en la nariz o la garganta de los niños, que infectan los pulmones cuando una persona sana los inhala. También pueden estar presentes en el aire.
Entre los agentes infecciosos como virus, bacterias y hongos que causan neumonía están el Streptococcus pneumoniae (neumococo) que es la causa más común de neumonía bacteriana en niños.
También el Haemophilus influenzae de tipo b (Hib), que es la segunda causa más común de neumonía bacteriana en poblaciones donde no se emplea la vacuna.
Los virus de influenza y sincitial respiratorio son las causas más frecuentes de neumonía viral.
Pneumocystis jiroveci es una causa importante de neumonía en niños menores de seis meses con VIH/SIDA, responsable de al menos uno de cada cuatro fallecimientos de lactantes seropositivos al VIH.
Los síntomas de la neumonía son respiración rápida o con dificultad, tos, fiebre, escalofríos, pérdida del apetito, sibilancias.
Por su parte, la neumonía grave puede presentar depresión o retracción de la parte inferior del tórax durante la inspiración.
Los lactantes que se enferman con gravedad pueden tener incapacidad para consumir alimentos o líquidos, así como pérdida de la consciencia, hipotermia y convulsiones.