Se trata de un paso previo para que la agencia dé luz verde al medicamento donanemab, producido por la farmacéutica Eli Lilly, para su uso en el país.
Los beneficios que tendría este fármaco para los enfermos de Alzhéimer superan los riesgos que tiene el fármaco, consideraron los once expertos del comité.
En los ensayos clínicos, donanemab demostró eficacia para ralentizar el deterioro cognitivo de los pacientes en las primeras etapas de la enfermedad, aunque también se detectaron efectos secundarios como inflamación o sangrado en el cerebro.
Eli Lilly solicitó en 2023 a la FDA una autorización acelerada para el medicamento, pero el organismo regulador solicitó más datos.
Si la agencia siguiera la recomendación del comité de expertos, donanemab se uniría a lecanemab, un fármaco contra el alzhéimer aprobado el año pasado por la FDA y que se comercializa con la marca Leqembi.
El alzhéimer, que solo en Estados Unidos afecta a 6.5 millones de personas, es una enfermedad neurodegenerativa irreversible que destruye lentamente la memoria y la habilidad para realizar tareas.