En un comunicado de la institución, la especialista expuso que las personas con síndrome de Down suelen desarrollar sobrepeso a partir de la infancia, el cual se mantiene toda la vida, convirtiéndose en ocasiones en un problema de obesidad.
En el caso de las personas con discapacidades neuromusculares (parálisis cerebral, mielomeningocele, distrofia muscular progresiva y estado postpoliomelitis), la académica apuntó que quienes las padecen suelen presentar masa muscular débil y fuerza muscular menor.
Ello, indicó, afecta seriamente la capacidad física de los niños que viven en esta situación. Al respecto, afirmó que los niños que padecen discapacidades neuromusculares no pueden presentar siquiera un leve sobrepeso, ya que a medida que éste se acerca a niveles normales o elevados, al niño se le dificulta realizar sus actividades cotidianas, así como cualquier tipo de actividad física en general. La experta en nutrición recalcó que las personas con parálisis cerebral presentan problemas como: desnutrición crónica, masa muscular baja (en el caso de sujetos no ambulatorios), un mayor índice de agua corporal total, masa celular total disminuida, y la presencia de pliegues cutáneos, que muchas veces se sobreestiman.