Organismos internacionales, como la Organización de las Naciones Unidas, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la Comisión Civil Internacional de Observación por los Derechos Humanos y Amnistía Internacional, así como diversas organizaciones no gubernamentales (ONGs), han señalado que en nuestro país la violación de derechos humanos es sistemática y consuetudinaria.
El diagnóstico de esta grave situación incluye prácticas de tortura y ejecuciones sumarias ejecutadas por las fuerzas armadas, cuerpos de seguridad pública y organizaciones criminales, con frecuencia coludidas entre sí para asegurarse impunidad.
Abona a este estado de cosas un aparato de justicia infiltrado por la delincuencia o bien deficitario en la aplicación de la ley por abuso u omisión. En las cárceles de México hay detenidos miles de inocentes, aprehendidos por presunción de delitos pero sin bases firmes. Más del 90 por ciento de las víctimas de criminales no denuncian los hechos porque desconfían profundamente del sistema de justicia.
Amnistía Internacional ha manifestado: “Las graves violaciones de derechos humanos en México ponen de manifiesto que, hasta el momento, los compromisos asumidos por el Gobierno mexicano de aplicar los tratados y normas internacionales en este ámbito no se están cumpliendo. La impunidad por violaciones de derechos humanos sigue siendo un problema endémico y el respeto, la protección y la realización de los derechos humanos en el país continúa vetado para numerosos sectores de la población”.
Las principales víctimas han sido: activistas políticos y sociales, periodistas y defensores y defensoras de derechos humanos; comunidades indígenas, mujeres indefensas y los y las migrantes irregulares que al cruzar por México son sometidos a malos tratos por agentes del Estado, cuando no a violencia sexual y de otro tipo por bandas criminales.
Además, las autoridades mexicanas de todo nivel no siempre reconocen que la violencia en el ámbito familiar es también una violación de los derechos humanos y no sólo una cuestión privada.
Este escenario deplorable debe ser corregido. Con la sociedad en el centro de nuestras acciones, Movimiento Ciudadano considera necesario y propone:
- Impulsar un amplio programa de educación en materia de derechos humanos.
- Hacer de cumplimiento obligatorio las resoluciones de los órganos encargados de la defensa de los derechos humanos.
- Garantizar el respeto de los derechos humanos por parte de todas las instancias, dependencias y autoridades en los diferentes niveles de gobierno.
- Fortalecer y transparentar la selección del titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
- Garantizar el acceso a la justicia y la reparación del daño a las víctimas de violaciones a sus derechos humanos.
- Impulsar un Programa Especial de Atención a las Víctimas y Familiares de los Desaparecidos, que preste atención integral a todos los casos y no condicione los apoyos brindados.
Nuestra consigna es convertir los principios y valores que enarbolamos, en derechos para los ciudadanos libres.
