El anuncio se produce un día después de que el presidente, Salva Kiir, denunciara un intento de golpe de Estado y asegurara que la unidad supuestamente implicada en la rebelión había sido derrotada. Sin embargo hoy testigos hablaron de disparos en un campamento militar en el centro de la ciudad y en varios lugares a las afueras.
Kiir acusó del intento de golpe a su ex vicepresidente Riek Machar, quien fue destituido del cargo en julio junto a otros altos funcionarios en el marco de una serie de disputas entre distintas facciones del partido de gobierno, el ex rebelde Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán (MLPS).
Tras el toque de queda decretado por el presidente, la mayoría de la gente se quedó hoy en sus casas y las calles de Juba permanecieron vacías, con tan sólo la presencia de patrullas militares.
Según medios locales, cuatro ex ministros han sido arrestados desde el estallido de la violencia en la tarde del domingo, tras tensiones dentro del partido.
También hubo informaciones sin confirmar de combates fuera de la capital, en áreas como Jonglei State.
Al menos 10,000 personas buscaron refugio en el complejo de la ONU en Juba.
Líderes eclesiásticos, la Unión Africana y la ONU han pedido calma en el país y ofrecido ayuda.
El gobierno de Estados Unidos ordenó la salida del país de personal prescindible de Sudán del Sur e informó que la embajada en Juba suspendió el trabajo normal hasta nuevo aviso.
Sólo quedará en la embajada personal de emergencia, indicó la portavoz Marie Harf, en Washington.
Harf no calificó la situación de un golpe de Estado y dijo que era "fluida y aún se está desarrollando".
El embajador Donald Booth habló en la mañana de este martes con Kiir, indicó la portavoz, quien agregó que el Departamento de Estado está profundamente preocupado por los combates e hizo un llamado a la calma.
"Estamos hablando con el gobierno sobre la ayuda para sacar a nuestros ciudadanos del país", indicó Harf. "Estamos hablando con ellos acerca de avanzar en un camino de la no violencia en todas partes" implicadas en el conflicto.
Estados Unidos también renovó su advertencia a sus ciudadanos que tienen previsto viajar a Sudán del Sur. Washington entregó cientos de millones de dólares en concepto de "asistencia a la seguridad humanitaria" para Sudán del Sur, señaló la portavoz.
El gobierno estadounidense llamó a los líderes políticos de Sudán del Sur a abstenerse a realizar arrestos arbitrarios y a adherir a los principios establecidos en la Constitución.
"El pueblo de Sudán del Sur sufrió demasiados años de conflicto y sacrificó demasiado por su país como para volver a caer en una crisis".