Dirceu se desmarca de un nuevo escándalo de corrupción que salpica a Lula

El exministro brasileño José Dirceu, condenado a diez años de cárcel por corruptelas denunciadas en 2005, se desmarcó hoy de un nuevo escándalo que salpica al expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva.

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El exministro brasileño José Dirceu, condenado a diez años de cárcel por corruptelas denunciadas en 2005, se desmarcó hoy de un nuevo escándalo que salpica al expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva.

El caso se destapó el pasado viernes, cuando la Policía Federal informó sobre la "Operación Porto Seguro", que llevó al arresto de seis de 18 acusados de integrar una red de corrupción con ramificaciones en un ministerio y siete organismos públicos de Brasil.

El caso lo destapó una denuncia del exfuncionario del Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) Cyonil da Cunha Borges, quien dijo que recibió una oferta de 300,000 reales (112,000 euros) para elaborar un informe amañado favorable a una empresa que concursó en una licitación de obras de un puerto.

Según Cunha Borges, el "emisario" que hizo la propuesta le dijo que "el asunto interesaba a Dirceu", lo que el exministro negó de forma tajante en un comunicado difundido hoy, en el que calificó esa versión de "absolutamente improcedente".

Una de las implicadas es Rosemary Novoa de Noronha, destituida el pasado sábado por la mandataria Dilma Rousseff del cargo de jefa de gabinete de la oficina de la Presidencia en Sao Paulo, para el que había sido nombrada por Lula en 2003 y mantenida por la nueva de Estado de Brasil.

Antes de ocupar ese puesto había trabajado como secretaria de Dirceu, quien hasta que Lula ganó sus primeras elecciones, en 2002, era presidente del Partido de los Trabajadores (PT) y "escudero" del ahora expresidente.

Según la policía, la red que integraba Novoa era dirigida por los hermanos Paulo y Rubens Vieira, funcionarios técnicos también destituidos por Rousseff el sábado.

El primero ocupaba un puesto de director en la Agencia Nacional de Aguas (ANA) y el segundo en la Agencia Nacional de Aviación Civil (Anac).

No obstante, las miradas de la oposición y la prensa se centran en Rosemary Novoa, quien desde hace años mantiene una relación "muy próxima" con Lula, según diversas fuentes políticas.

Según datos oficiales citados por la prensa local a raíz del escándalo, Novoa tenía pasaporte diplomático e integró la comitiva de Lula en viajes que el entonces presidente hizo entre 2004 y 2011 a 24 países pese a trabajar en una oficina "secundaria" de la Presidencia.

El diario O Globo informó hoy de que tuvo acceso a detalles de la investigación según los cuales fueron "interceptados" unos "10,000 correos electrónicos" y en uno de ellos, del pasado 29 de marzo, Novoa le dijo a Paulo Vieira, supuesto cabecilla de la banda, que hablaba "todos los días" con Lula.

El diario Correio Braziliense, por su parte, divulgó que, en esos viajes oficiales, Novoa solía hospedarse "en el mismo hotel que el presidente y sus ministros, un hecho nada común para funcionarios de su rango".

El periódico de Brasilia afirma, además, que Novoa tenía "enorme poder" para influir hasta en el nombramiento de funcionarios en prácticamente todo el sector público, incluido el servicio exterior.

Entre diversos nombramientos, Correio Braziliense dice que figuró el de una de sus hijas como asesora de la ANAC, a la que Rousseff destituyó también el pasado sábado.

La procuradora de la República, Suzana Fairbanks, declaró que Novoa es "una pieza muy importante" en el escándalo, pero aclaró que hasta ahora Lula no ha sido citado en la investigación.

Sin embargo, la oposición ha exigido que Lula aclare su relación con Novoa y por qué conversaba con ella "todos los días" aun después de dejar la Presidencia.

Los partidos de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y Popular Socialista (PPS) confirmaron hoy que barajan la posibilidad de pedir que el Congreso convoque al expresidente.

Por lo pronto, quien sí acudirá al Congreso para hablar sobre la "Operación Porto Seguro" es el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, citado para la semana próxima.

El asunto ha estallado en coincidencia con el tramo final de un sonado proceso por corruptelas denunciadas en 2005, en el primer mandato de Lula, en el que el tribunal supremo condenó a 25 de los 36 acusados, entre ellos a Dirceu y relevantes figuras del gobernante PT.