El ministro del Tesoro polaco, Mikolaj Budzanowski, explicó hoy en comisión parlamentaria que el precio medio que se paga en el mercado de Europa Occidental por 1,000 metros cúbicos de gas oscila entre los 360 y 420 dólares, mientras que Polonia paga más de 500 dólares.
"Nuestro precio por 1,000 metros cúbicos es sin dudas demasiado alto", señaló el ministro, quien considera la situación como "inaceptable", ya que "se trata de uno de los precios de importación de gas más altos del mercado europeo, algo que debería cambiar sustancialmente", dijo.
Polonia adquiere de Rusia la mayor parte del gas natural que consume, lo que hace que el país centroeuropeo dependa del vecino ruso en la importación de combustible.
La compra de suministros de Gazprom se hace en virtud de un contrato a largo plazo con precios indexados al petróleo, y mientras que los precios europeos del gas se han mantenido relativamente estables en los últimos dos años, los precios del petróleo se han disparado causando enormes pérdidas para los importadores de gas con contratos vinculados al crudo.
La oscilación de la cotización de la moneda polaca frente al dólar es también otra de las causas de eventuales subidas del precio del combustible ruso.
En todo caso la situación descrita por Budzanowski explica el encendido apoyo polaco a que la Comisión Europea investigue a Gazprom por posible abuso de posición y por esa vinculación de precios a los del petróleo.
De hecho Bruselas considera que Gazprom podría, en primer lugar, haber dividido mercados al dificultar el libre flujo de gas en los Estados comunitarios; en segundo lugar, el monopolio estatal ruso podría haber impedido la diversificación del suministro; y, por último, podría haber impuesto precios injustos a sus clientes al vincular sus precios a los del petróleo.