Finlandia y Suecia solicitaron su entrada en la OTAN en reacción a la invasión rusa a Ucrania hace un año. El Parlamento húngaro comenzó este miércoles a debatir sobre la aprobación de la suma de los países nórdicos a la alianza, una decisión que todos los países comunitarios miembros de la alianza han tomado hace meses.
Turquía, el otro país miembro de la OTAN que no ha aprobado la adhesión de los dos países, sigue bloqueando la entrada de Suecia, ya que considera que ese país no persigue a personas y organizaciones consideradas terroristas por Turquía, como, entre otros, el Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK).
"Tanto Finlandia como Suecia están preparadas para ser miembros de la OTAN, ya que su ingreso en la principal alianza defensiva del mundo no solo reforzaría la seguridad europea, sino la de toda la región Euroatlántica", reivindicó el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Ned Price, en una rueda de prensa.
Price celebró que el Eduskunta (Parlamento finlandés) aprobara este miércoles por amplia mayoría el ingreso del país nórdico en la OTAN, una decisión histórica que pone fin a décadas de neutralidad militar con la que Finlandia busca reforzar su seguridad frente a la agresividad de la vecina Rusia.
El portavoz de Exteriores calificó a ambos países de "democracias avanzadas con Ejércitos capaces", con los que el Ejército estadounidense ha colaborado "a lo largo de muchas décadas", y señaló que si fuera por EE.UU. serían admitidos "hoy mismo" en la alianza.
A su vez, Price apuntó que corresponde a Turquía y Hungría aprobar su adhesión, mientras que celebró el anuncio de Turquía de reanudar, el próximo 9 de marzo en Bruselas, las conversaciones con Suecia y Finlandia sobre su ingreso en la OTAN, aunque sin la intención de levantar su veto a la adhesión de Suecia.