La segunda vida de una central eléctrica zarista en Moscú

La casa de cultura GES-2 en Moscú es un lugar de moda. La antigua central eléctrica de los tiempos zaristas es ahora visitada por miles de personas al día tras reconvertirse en un popular lugar de pasatiempo para los jóvenes moscovitas.

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La casa de cultura GES-2 en Moscú es un lugar de moda. La antigua central eléctrica de los tiempos zaristas es ahora visitada por miles de personas al día tras reconvertirse en un popular lugar de pasatiempo para los jóvenes moscovitas. EFE/Anush Janbabia

"Tenemos alrededor de 4,000 visitas cada día", dijo a Efe la guía Ekarterina.

MÁS DE UN SIGLO DE HISTORIA

Construida en 1907, la instalación eléctrica -una de las más grandes de Moscú- continuó funcionando hasta comienzos del siglo XXI.

Durante la Segunda Guerra Mundial, GES-2 sirvió temporalmente de lugar donde se producía material militar, mientras un centenar de sus trabajadores marcharon al frente.

En 1965 la central eléctrica vivió su última modernización de la era soviética, que llevó a la sustitución de dos calderas instaladas en 1907.

Las nuevas reformas llegaron solo a comienzos de la década de 1990, tras la desintegración de la Unión Soviética.

Pese a otros cambios que vivió la instalación al son del desarrollo tecnológico, las autoridades capitalinas decidieron prescindir de ella por el alto coste de la energía eléctrica y el desgaste general del lugar.

En 2006, la planta cerró sus puertas de forma definitiva por "desgaste" y casi diez años después, en 2015, comenzó su remodelación que se prolongó hasta 2021.

A partir de entonces, la GES-2 comenzó a atraer al público -principalmente, a los jóvenes- con diversas exposiciones modernas y la posibilidad de desconectar del frenesí de la vida moscovita en su espacioso interior.

TRANSFORMACIÓN RESPETUOSA

Durante la transformación de la central, que corrió a cargo de la Fundación V-A-C, fue conservada la fachada y algunos elementos del interior, que son ahora un guiño al pasado en medio del indiscutible carácter moderno del centro cultural.

Con 20,000 metros cuadrados, GES-2 incluye una biblioteca, un auditorio, espacios expositivos, cafeterías, aulas y talleres.

"En la biblioteca solemos exponer materiales relacionados con la exposición que acoge en ese momento la casa de la cultura", explica la guía.

La rehabilitación mantuvo las cuatro chimeneas del GES-2, que originalmente eran dos y hechas de ladrillo, y luego se materializaron en acero.

A la vez, gracias a un enfoque sostenible, las nuevas chimeneas se han convertido en dispositivos que captan el aire más limpio a 70 metros de altura, activan la ventilación natural y reducen el consumo de energía.

"Por eso aquí dentro respiramos un aire más limpio", explica Ekaterina.

Además de la exposición principal, la GES-2 acoge diariamente diversos eventos a los que se puede unir cualquiera.

La entrada es gratuita, pero hay que apuntarse previamente a las actividades anunciadas en la web del centro cultural.

AJUSTES-2

Actualmente la institución acoge la muestra Ajustes-2, una combinación entre instalaciones sonoras con diversas piezas de arte.

A diferencia de la primera parte de la exposición, que contó solo con la experiencia auditiva, la presente apela tanto al oído como a la vista.

Para esta muestra, los organizadores utilizaron tres obras adicionales de compositores rusos modernos, así como trabajos de conocidos artistas del siglo XX y XXI de la colección de la Fundación V-A-C.

La exposición estará disponible para el público hasta el 30 de diciembre y luego la casa cultural renovará la programación.

"Nunca hacemos dos exposiciones a la vez, vamos de una en una. Tratamos de brindar una experiencia completa a los visitantes mientras están aquí", señala Ekaterina, quien no descarta que con el tiempo GES-2 llegue a organizar varias muestras simultáneamente y haga nuevos experimentos para sorprender al público.

En el fondo, se trata de eso. Ofrecer un viaje diferente al mundo de la cultura tras las puertas de una antigua central eléctrica.