El jueves por la mañana el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Miami emitió una vigilancia de huracán para los Outer Banks, una barrera de islas de Carolina del Norte, en donde las autoridades ya han ordenado el desalojo.
Irene, un huracán de categoría tres, tiene vientos máximos de 185 kilómetros por hora, pero meteorólogos estiman que alcanzará la categoría cuatro antes de tocar tierra en algún lugar entre Carolina del Norte, Nueva York o Nueva Inglaterra.
A las 05:00 hora local tiempo del este de Estados Unidos (09:00 GMT) el CNH informó que el ojo del huracán se ubica a 130 kilómetros al sureste de Nassau, Bahamas o a mil 180 kilómetros al sur de Cabo Hateras, Carolina del Norte.
El huracán atravesará Las Bahamas en las próximas horas mientras se desplaza hacia el noroeste a 19 kilómetros por hora y podría fortalecerse hoy o mañana, según el reporte del centro.
“Pasará lejos de la costa central y norte de Florida esta noche y el viernes por la mañana”, indicó el CNH.
Los meteorólogos afirman que Irene es un huracán amplio y poderoso y que el tiempo que ha estado sobre Las Bahamas seguramente dejará severos daños.
Sus vientos con fuerza de huracán se extienden desde su centro en un radio de 110 kilómetros, mientras que los de tormenta tropical se amplian hasta 410 kilómetros.
La vigilancia de huracán para Carolina del Norte va desde Surf City hasta la frontera con Virginia y el CNH advierte que los vientos con fuerza de tormenta tropical en la zona se comenzarán a sentir en 48 horas.
El más reciente pronóstico muestra la tormenta girando más hacia el norte barriendo la costa de Carolina del Norte el fin de semana antes de moverse a Nueva Inglaterra.
La última vez que Estados Unidos fue golpeado por un huracán ocurrió en 2008 con Ike en Texas. Ike era un huracán categoría dos que tocó tierra en Galveston.
Pero el más reciente huracán de gran intensidad en entrar a territorio estadunidense con vientos superiores a los 178 kilómetros por hora fue Wilma en 2005. El huracán Bob azotó Massachusetts en 1991.