La primera ecuación para Haniye es el hecho de implicar a Jerusalén en la base de la confrontación, que ya no está limitada únicamente a Gaza "como desean los israelíes", apuntó el responsable palestino, que viajó a Mauritania el pasado domingo.
Otra ecuación, según Haniye, es la determinación de la resistencia palestina y de las Brigadas de Al-Qassam (brazo militar de Hamás) para continuar con el desarrollo de sus armas: "apropiarse y sofisticar las armas ya no está sometido a ninguna negociación o discusión", afirmó.
Haniye fue recibido por el presidente mauritano, Mohamed uld Ghazuani, al que informó sobre los últimos acontecimientos relacionados con la reconstrucción de Gaza tras la última escalada bélica.
El responsable de Hamás se reunió también con los líderes del partido mayoritario en el país y los de la oposición.
Durante el encuentro con la prensa en Nuakchot, Haniye se refirió a la cuestión de intercambio de presos con Israel, un asunto que -según el responsable de Hamás- está "en manos de la resistencia", y que "es una cuestión separada que no se puede estar vinculada con la reconstrucción de Gaza".
El jefe de Hamás consideró también que la resistencia contra Israel se desarrolla bajo otras formas, y citó entre ellas la presentación de denuncias ante los tribunales internacionales contra dirigentes israelíes para que sean juzgados como criminales de guerra.
Añadió que el último enfrentamiento armado ha unido a los palestinos en torno a Jerusalén: "queremos construir sobre esta unión", subrayó Haniye, quien recordó que Hamás retomó recientemente el diálogo con el partido nacionalista palestino Al Fatah, en unos encuentros auspiciados por Egipto.
La última escalada bélica de once días entre tropas israelíes y las milicias palestinas de Gaza, la peor desde la guerra de 2014, causó la muerte de 255 personas en el enclave y 13 en Israel.