El grupo de cubanos fue interceptado el pasado jueves a unas 54 millas (86 kilómetros) al sur de Cayo Hueso, en el extremo sur de Florida, y transferidos a uno de los barcos de los guardacostas "para asegurar sus vidas".
"Las personas que intentan ingresar ilegalmente en Estados Unidos haciéndose a la mar ponen en grave riesgo sus vidas y las vidas de sus familiares y acompañantes", dijo en un comunicado Mario Gil, oficial de enlace de la Guardia Costera con la Embajada de EE.UU. en La Habana.
Gil quiso "desalentar enérgicamente estos viajes peligrosos y mortales (en rústicas embarcaciones)" en favor de "formas seguras y legales de llegar a Estados Unidos".
Desde el 1 de octubre pasado, las tripulaciones de la Guardia Costera han interceptado en el mar a 107 cubanos en comparación con los 49 interceptados en el año fiscal 2020.
Una vez a bordo de un barco de la Guardia Costera, "todos los inmigrantes reciben comida, agua y atención médica básica".
Ninguno de los inmigrantes interceptados en el mar presentaba síntomas relacionados con la covid-19.