A las 09:05 hora local (14:05 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en febrero sumaban 39 centavos con respecto al cierre del día anterior.
El Instituto Americano del Petróleo (API, por su sigla en inglés), un grupo privado del sector, proyectó anoche una caída de 5.8 millones de barriles en los inventarios de EE.UU. en la última semana, más del doble que los 2.3 millones estimados por los analistas.
Los inversores reaccionaban esta mañana al dato de la API mientras esperan a que la Administración de Información Energética divulgue en unas horas los datos oficiales.
"Los precios han subido otra vez, y los operadores aún evalúan las consecuencias de un mercado petrolero más ajustado a partir de febrero", explicó el analista Bjornar Tonhaugen, de Rystad Energy.
El compromiso unilateral de Arabia Saudí de recortar en 1 millón de barriles diarios su suministro en febrero y abril ha elevado el precio en los últimos días hasta niveles no vistos en casi un año.
Riad, además, está recortando su suministro a varios compradores en Asia mientras cumple con las condiciones de otros, lo que provoca una "lucha" entre ellos y facilita un "rally", agregó el experto.
No obstante, sigue preocupando el agravamiento de la pandemia de coronavirus y la vuelta de las restricciones en algunos países, especialmente en China, el mayor consumidor de crudo del mundo.
La provincia de Hebei, cerca de Pekín, es el epicentro del nuevo rebrote en el país, que registra las peores cifras de casos de covid-19 de los últimos cinco meses.