A las 09:05 hora local (13:05 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en octubre sumaban 0.39 dólares respecto al cierre de la sesión previa del lunes.
El barril de referencia estadounidense seguía beneficiándose de la debilidad del dólar frente a otras divisas como el euro, algo que suele presionar al alza el precio del petróleo y otras materias primas.
El valor del "billete verde" baja en reacción a la relajación en las políticas de inflación de la Reserva Federal, un cambio anunciado la semana pasada y que abarata las materias primas a los compradores extranjeros.
Los analistas también apuntaban a la influencia del optimismo que reina en el mercado bursátil, puesto que ayer la plaza estadounidense despidió su mejor mes desde abril y su mejor agosto en casi 30 años.
Ayer lunes, el Texas cerró con un leve retroceso pero también se anotó una fuerte revalorización para el conjunto del mes, en torno al 6 %, lo que supone su cuarto mes consecutivo al alza.
Los inversores han recibido positivamente los últimos datos del sector manufacturero en China, que según el índice Caixin/Markit PMI mostró el mes pasado su mayor ritmo de expansión en casi una década, gracias a un incremento de sus exportaciones.
No obstante, el analista Edward Moya, de la firma Oanda, dijo en una nota que el Texas necesitará "mejores datos de EE.UU. y Europa para que los precios sigan subiendo" ya que sus recuperaciones del golpe de la COVID-19 siguen dando señales de "estancamiento".
Los mercados están pendientes este martes de los datos semanales sobre las reservas de crudo estadounidenses y esta tarde analizarán los del Instituto Americano de Petróleo, mientras que las encuestas apuntan a una caída de 2 millones de barriles en los días previos al 28 de agosto.