A las 09:01 hora local (13:01 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en agosto sumaban 0.29 dólares respecto a la sesión previa del martes.
El barril de referencia estadounidense subía tras conocerse las previsiones del API, que han conseguido aplacar momentáneamente el miedo a una nueva merma en la demanda por el avance de la pandemia del coronavirus en Estados Unidos y buena parte del mundo.
A falta de la publicación oficial de los datos que proporcionará el Gobierno federal esta tarde, según el API los inventarios de petróleo en Estados Unidos cayeron en 6.8 millones de barriles durante la semana pasada, hasta un total de 531 millones de barriles, frente a las expectativas de los analistas, que auguraban un aumento de 357,000 barriles.
"Las caídas que se sugieren de los datos del API son más grandes de lo esperado por el mercado y eso, por supuesto, es un motor de precios alcistas. Un alivio de 6.8 millones de barriles normalmente podría ayudar a que los precios suban aún más, pero las preocupaciones sobre un nuevo exceso de oferta a partir de agosto están limitando las ganancias", apuntó el analista Bjornar Tonhaugen.
Los datos también muestran que los inventarios de gasolina aumentaron en 1.1 millones de barriles y que los de destilados como el diésel crecieron en 187,000 barriles.
En el lado negativo, las buenas noticias respecto a la demanda eran contrarrestadas por las dudas en torno a la capacidad de los legisladores demócratas y republicanos en Washington de llegar pronto a un acuerdo sobre el nuevo paquete de estímulos económicos, valorado en un billón de dólares.
También existe preocupación por los rebrotes del virus en Europa y los datos de nuevas infecciones en ciertos estados de EE.UU., que han vuelto a marcar récords.
El total de casos acumulados de coronavirus en Estados Unidos es de más 4.3 millones mientras que las muertes ascienden a 149,260, según datos recopilados por la Universidad Johns Hopkins.